Cada vez es más recurrente escuchar que la nueva Shakira no es del agrado general, aunque de hecho, las versiones anteriores de esa “peliteñida” tampoco se libraron de las críticas sobre su voz, su dicción o su estilo de composición. Sin embargo, nadie puede negar que las frases de sus canciones siguen siendo contundentes cuando propone la descripción de las realidades cotidianas, desde lo político, lo romántico o lo espiritual.
Quién no recuerda demoledores versos como: “siempre supe que es mejor, cuando hay que hablar de dos, empezar por uno mismo”, o “no intentes disculparte, no hables en plural. La retórica es tu arma más letal”. O qué tal aquellos cargados de venganza como: “que el cielo y tu madre cuiden de ti” o su más reciente sentencia: “las mujeres ya no lloran. Las mujeres facturan”.
Quienes se dedican a las artes lo saben muy bien. Las personas somos raras, tenemos sueños que alcanzamos y que después ya no nos satisfacen; perseguimos metas que nunca llegarán; buscamos el beneficio inmediato y por ello nos sentimos con un vacío que reduce nuestra existencia a un modo automático. Esa parece ser la historia de todas las Shakiras que han pasado por nuestros oídos y que hace que saltemos en nuestros estados de ánimo para recordarnos que podemos serlo y sentirlo todo a la vez.
En sus canciones nos ha dado expresiones que son dignas de esos 5 minutos en la regadera o de algunos minutos más en nuestros desvelos, pero si algo tienen sus versos es una forma muy particular de entender el amor con todas sus complejidades y desde todas sus forma posibles.
7:30, ha sonado la alarma.
Yo con ganas de estar en la cama pero no se puede, llevo a los niño´ a las 9:00.
El mismo café, la misma cocina.
Lo mismo de siempre, la misma rutina.
Otro día de mierda…
El jefe (2023)
El primer paso es entender lo que no es el amor. Nada más ilustrativo que entregarle nuestra vida y nuestro tiempo a una causa distinta a nuestro propio bienestar, pues en nuestro interior es donde habrán de nacer todas las formas de amor.
Ya sabemos que el capitalismo nos ha convertido en esclavos de nuestra propia existencia. A estas alturas no termino por concebir cómo es que nuestras metas sean dedicarle nuestra vida al trabajo para una empresa ajena, y peor aún cuando se trata de una trasnacional. Después de estar todo el día trabajando ¿Por qué nuestro tiempo libre debemos dedicarlo a lavar la ropa, a surtir la despensa y, si acaso, una hora para el gimnasio?
Es cierto, es otro día de mierda, otro día en la oficina, ¿pero en dónde quedaron nuestros sueños de la infancia? Es más, ¿teníamos sueños distintos al de convertirnos en profesionistas y servirle al sistema de por vida?
…ya me trae por la izquierda y de pelea con el mundo
Ciega, sordomuda (1998)
Y entonces, cuando decidimos hacer un cambio en nuestra miserable vida, resulta que nos hemos politizado, y eso es cierto. Al menos en nuestro entorno es más visible que las personas hablen más sobre los temas que les convergen como colectivo político social, y no solamente se limiten a darse los buenos días y las buenas noches, o a felicitarse en los cumpleaños, o a dedicarse palabras bonitas cuando se presenta un problema de salud.
Cuestionar lo que sucede en nuestro entorno no implica necesariamente que estemos de pelea con el mundo. De hecho, debería ser una obligación en la mesa familiar. Qué lamentable sería aparentar que todo funciona con normalidad sin ser capaces de entablar diálogos con madurez e inteligencia.
Cause the system never fails.
The good guys are in power and the bad guys are in jail.
Just as long as we can vote.
We live in democracy and that’s what we promote
Timor (2005)
Como profesor universitario procuro dedicar al menos 20 minutos, antes de iniciar la clase, para hablar sobre el entorno político, económico y social de nuestro país. Creo que nada servirían la teoría o las herramientas prácticas si la comunidad de estudiantes es apática o aislada de lo que sucede a su alrededor. Quizá no se convertirán en especialistas en todos los temas, pero al menos sabrán sobre los problemas que aquejan a nuestra sociedad y la forma en la que pueden abordarlos desde la comunicación.
La música, el cine o la literatura suelen ser buenas herramientas para acercarnos al entendimiento de algunos problemas, aunque en defensa de las juventudes, en mi experiencia me he topado con muy poca gente desinteresada en su entorno, pues un solo tema que capte su atención genera un efecto de avalancha que les lleva al reconocimiento de otros que no se habían percatado que también les importaban.
Mientras tanto este mundo gira y gira sin poderlo detener.
Y aquí abajo, unos cuantos nos manejan como fichas de ajedrez.
No soy la clase de idiota que se deja convencer…
Octavo día (1998)
Estamos hablando de cuasiprofesionales de la comunicación que en el futuro inmediato tomarán las responsabilidades editoriales, o las decisiones organizacionales, o los enfoques publicitarios. En el peor de los casos se postrarán detrás de una cámara y emitirán sus puntos de vista. Pero cuando eso suceda, será necesario que su sentido de responsabilidad social esté por encima de sus intereses individuales; que conozcan muy bien su ubicación dentro de este sistema que oprime y exprime, y que al mismo tiempo nos hace creer que tenemos el mando de nuestras decisiones. Tener un poco de conciencia de clase, pues.
Hay doctrinas y oradores, dictadores sin piedad que gobiernan sin verdad.
Y hay mentiras en los diarios, en las redes y en el mar…
Mi verdad (2015)
La idea es ser críticos, porque todo lo que se aprende en las aulas debe ser contrastado con lo que sucede en las calles, en los medios de comunicación, en los estadios, en las iglesias, en los tres órdenes de gobierno y en nuestra propia casa. Quizá entonces comprendamos el sarcasmo con el que nos dirigimos hacia el mundo y se tome un significado más valioso y productivo.
Saludar al vecino, acostarse a una hora,
trabajar cada día para vivir en la vida.
Y contestar sólo aquello y sentir sólo esto.
Y que Dios nos ampare de malos pensamientos.
Cumplir con las tareas, asistir al colegio.
¡Qué diría la familia si eres un fracasado!
Pies descalzos, sueños blancos (1995)
El derecho a discernir de nuestra propia educación es un tema más común de lo que pensamos. En contraste con otras generaciones, ahora mismo es posible cuestionarse sobre lo que se nos enseña en casa sin que eso se entienda como contraposición de lo que, para bien o para mal, madres y padres han intentado inculcar. Al final de cuentas de eso se trata el pensamiento crítico y a partir de ahí podemos intentar al menos tomar las decisiones que mejor nos convengan.
Los dogmas de fe suelen estar en esa lista de intocables cuando se intenta construir una inclinación crítica sobre nuestro entorno. A la mayoría nos han enseñado a creer sin cuestionar y también a que seremos sujetos de castigo si nos atrevemos a indagar en nuestra propia espiritualidad.
How many people die and hurt in your name?
Hey, does that make you proud or does it bring you shame?
And if our fates have all been wrapped around your finger…
And if you wrote the script, then why the troublemakers?
How do you do (2005)
A pesar de ello, la historia se ha encargado de ofrecernos lecciones para nuestras banderas. Por eso es imposible no cuestionarse, por ejemplo, cómo en el nombre de Dios se haya creado a la santa inquisición para torturar a miles de personas, o cómo los jerarcas religiosos han sido los primeros en discriminar o en justificar el odio hacia las personas por su origen, su raza, el género, la orientación o hasta por las capacidades intelectuales.
Pero no se trata de convertirnos ahora en ese ojo inquisidor que tampoco será crítico y que solamente se dedicará a cuestionarlo todo desde la subjetividad, sin llegar a consensos y sin entender el entorno, los contextos y las posibles soluciones a las causas que nos aquejan. Lo ideal es leerlo todo, escucharlo todo y aprenderlo todo. Ya llegará el momento en el que seamos capaces de construir eso que buscamos, desde la reflexión.
But you’re the real deal and ‘real’ is your middle name.
You know, sometimes I feel
Got to earn every breath we take, baby,
Never mind the rules we break
Animal City (2005)
Ah, pero se supone que íbamos recordar las letras que nos hacen cantar en la regadera, pero es que Shakira, aún en términos de romance, no deja de asumir sus posturas políticas, como cunado equipara a “la izquierda” (y de pelea con el mundo) con sus desajustes emocionales causados por el idealismo del amor romántico.
Para muchas personas, ese tipo de amor implica conductas que nos llevan a la dependencia casi pasional sobre otra persona. Aunque se ha hablado mucho sobre esa idea construida desde el entretenimiento y el consumo, no podemos negar que incluso con los pies en la tierra, las personas somos capaces de todo en el nombre del “amor”.
For you I’d give up all I own and move to a communist country.
If you came with me, of course
Don’t bother (2005)
Muchas veces he pensado en la utopía del comunismo como la mejor opción de organización social, sin omitir que ese pensamiento está respaldado en las casi nulas posibilidades de que se vuelva realidad. Pero en medio de nuestro romanticismo capitalista, me pregunto si acaso no vivimos ya en nuestro propio país comunista cuando hablamos de amor.
Intentando interpretar a Deleuze, sería imposible que hagamos negocio con nuestro amor cuando es genuino. El amor se siente o no se siente y se ofrece en cantidades incontables para todas las personas que nos rodean. No lo regateamos ni lo ponemos en renta, simplemente lo damos a manos llenas para que todas las personas se sientan queridas, respetadas y valoradas.
Supongo que todas las personas han experimentado la sensación del amor en alguna de sus facetas, (ojalá que no sea el caso para ese supeditado a circunstancias o a personas), y en el nombre del amor más pleno, tener sentimientos como los que dicta el judaísmo o la espiritualidad en general sobre el orden y la armonía que ofrece la gloria.
Like the empires in the world united, we are alive.
And the stars make love to the universe…
Empire (2014)
Me pregunto si así se concibe el amor en plenitud. Esa sensación de que la armonía es eterna y real hasta el punto en que incluso los bandos enemigos pueden logran acuerdos para alcanzar la utopía del paraíso.
¿Es el amor una vía para entender el significado de las estructuras, el alma, el ser, la espiritualidad, el mundo y lo absoluto como durante siglos se ha estudiado desde la metafísica? Seguramente lo podrán confirmar quienes se hayan enamorado con tanta pasión como la literatura nos la ha descrito.
You’re a song written by the hands of God.
Don’t get me wrong ’cause this might sound to you a bit odd
But you own the place where all my thoughts go hiding.
And right under your clothes, is where I find them
Underneath your clothes (2001)
De hecho Shakira ha amado con tanta pasión al grado de equiparar su agnosticismo con el desamor y la existencia de Dios con las emociones que experimenta en esos momentos que solamente la divinidad podría explicar.
Queremos responder desde esa concepción sobre qué somos como humanidad, pues en algunas religiones se dicta que Dios lo ha creado todo y da sentido a la existencia. Entonces el amor podría ser el mismo Dios y, cuando no se siente amor, no hay Dios en nuestro ser.
A couple years ago I was lonely,
I used to think that there was no God.
But then you looked at me with your blue eyes
and my agnosticism turned into dust
23 (2014)
Es posible que ese Dios o esos múltiples dioses a los que se les cuestiona los males de este mundo, cuando en realidad está en sus manos y en su voluntad el poderlos resolver, como lo menciona la propia Shakira en How do you do, sean los poderes de la propia naturaleza, con todo y sus complejidades, algo así como lo que Baruch Spinoza explicaba sobre su concepción del mundo y de Dios, vista como una entidad infinita, multidimensional, con distintos atributos y características que no somos capaces de conocer, sino de manera parcial.
Quand tu me prend dans tes bras
Quand je regarde dans tes yeux
Je vois qu’un Dieu existe
Ce n’est pas dur d’y croire
En tus pupilas (2005)
Entonces si el amor existe, nuestro interior nos indica una sensación de bienestar, de entendimiento del todo y de armonía con la divinidad que le atribuimos a Dios o a los dioses a los que nos encomendamos. Es cuando entramos en armonía con el universo y podemos decir que sentimos amor.
Por cierto que el consenso de la shakirología afirma que Antología es su mejor canción de amor aun y con los chispazos de dolor que se encuentran en ella. Es tan perfecta que no podría seleccionar un verso para este texto. Pero hay otros versos que dan forma a ese amor romántico, pleno y libre de prejuicios que podemos dedicar en el cómputo global de las cosas.
Es el sol detrás de tu risa que me ciega y me deslumbra
Y tu piel que roza la mía pero aún no se acostumbra
Es la luz detrás de tus ojos que ilumina mi penumbra
Y que va brillando más fuerte y soy feliz, muy feliz
Toneladas (2017)
Las sensaciones del enamoramiento de hecho me recuerdan a Augusto Pérez, en la novela de Miguel de Unamuno, con todo lo que sucedía en su cabeza cuando creía estar enamorado de Eugenia y su cabeza se llenaba de niebla entre lo que la gente cree que es el amor, lo que se espera de un amor, lo que uno hace por amor y lo que termina siendo el amor.
También existe un amor de pareja en el que se suele hablar de compañerismo y de complicidad. De encontrar en la contraparte a alguien que marche en la misma dirección aunque no necesariamente en el mismo camino. Por cierto que esa fue mi máxima personal durante mucho tiempo.
Alguien que con su compañía logre un complemento y que permita el enriquecimiento y la sanación para ambas partes. Probablemente es el momento más pleno de las relaciones amorosas y lo encontramos en la pareja, los familiares, las amistades o nuestros compañeros de las especies caninas o felinas.
Y ahora que andamos por el mundo como Eneas y Benitín
ya te encontré varios rasguños que te hicieron por ahí.
Pero mi loco amor es tu mejor doctor
Día de enero (2005)
Cuando solemos hablar de la pareja es necesario mencionar esas relaciones tan apasionadas que adhieren un gramo de intensidad y son catalogadas como tóxicas por las nuevas formas de apreciación del amor. Cabe aclarar que no es mi representación favorita, pero las historias que pueden contarse suelen ser las más interesantes para describir lo que una persona puede llegar a hacer en un momento de desenfreno.
La pregunta es si a eso también se le puede llamar amor. Pues si hay distintas formas de amor, quizá la respuesta sea sí, aunque también estaré en desacuerdo si esa pasión es mal entendida o lleva consigo el detrimento del bienestar de quien lo experimenta.
Que contaminen todo el agua del planeta
O que renuncien los filántropos y sabios
Y que se muera hoy hasta el último poeta
Que me quedes tú (2001)
Y bueno ¿puede el amor o el desamor ser válido cuando se atenta contra sí mismo? Seguramente se llega a sentir tanto amor como para depositar en la otra persona la responsabilidad de ser el sol, la fe con que se vive, la potencia de la voz o los pies con que se camina, pero en dónde queda entonces la responsabilidad por el bienestar propio, ese del que decíamos en las primeras líneas que no debe asignarse a una carrera profesional, o a una empresa transnacional, o a una persona que con su compañía logre cubrir algunos de los vacíos propios.
It’s a suicide waiting another day
It’s a suicide waiting so decide,
it’s a suicide waiting all this time
It’s a suicide waiting, ¿dónde estás?
Men in this town (2009)
Me pregunto si el amor puede ser tan real como para llegar al desenlace que cuenta Shakespeare en Romeo y Julieta, o incluso el desamor pueda tener consecuencias equivalentes cuando se trata de una decepción. En nuestro interior hay tanta complejidad que no siempre podemos comprender lo que sentimos, pero sí es posible comprender las señales que nuestro cuerpo nos da cuando algo no funciona bien. Al final de cuentas, las canciones, las novelas o las películas no dejan de ser entretenimiento escrito para disfrutar y para reflexionar.
Por eso, antes de acudir a la desgracia, podemos ser realistas y asumir nuestra responsabilidad en busca del bienestar propio, especialmente cuando el amor falló a nuestras expectativas.
Have we lived too much, too fast?
And have you
Have you felt melancholy, darling
Wishing that time hadn’t passed?
Dreams for plans (2005)
Alguna vez la propia Shakira dijo que las mejores canciones son las que tienen algo de dolor, y creo que en lo general, aquella que habla sobre el desamor es la más buscada para las sesiones de venas cortadas. Para eso hay canciones que muestran lo desolador que puede ser el hastío cuando la relación está terminando.
Las mejores historias vienen de ese tipo de canciones porque además de encontrar el lamento esperado, suelen hacer una remembranza de lo positivo y lo negativo, lo que además impregna un aire de nostalgia por lo vivido y lo que se espera después de haber superado la ruptura.
Sabe Dios cómo me cuesta dejarte.
Y te miro mientras duermes, más no voy a despertarte.
Es que hoy se me agotó la esperanza
porque con lo que nos queda de nosotros ya no alcanza
Lo que más (2010)
Aunque no podemos negar que el sufrimiento tiene algunas delicias cuando se trata de superar una relación, especialmente cuando somos capaces de hacer notar nuestro veneno en contra de quien nos hace pasar un mal rato: “si me cambias por esa bruja, pedazo de cuero”, “Yo no quiero cobardes que me hagan sufrir” o “La vida me ha dado un hambre voraz, y tú apenas me das caramelos”.
Sin embargo, quizá los rompimientos que prefiero son aquellos en donde se decide ir en paz, donde la despedida está cargada de nostalgia y de perdón y que pese al dolor, está por delante la sanación y la posibilidad de una nueva oportunidad.
Seguramente con el tiempo me arrepienta
y algún día quiera volver a tocar tu puerta
pero ahora debo aprender a estar sola
Última (2024)