Por Eric
Hoy los demonios regresaron con más fuerza, mi cuerpo se debilita como el de un viejo sin esperanza, siento que puedo ver la juventud alejarse poco a poco, pero ¿serán acaso los problemas de la vida diaria los que me provocan este malestar? O acaso será mi necesidad de no sentir, de no pensar y no ver lo que existe alrededor, el querer siempre estar fuera de mí. ¿Te has preguntado que posiblemente, te encuentras en el lugar equivocado? Como si el encargado de la logística de las cosas de la vida no fue muy benéfico y justo contigo.
En fin uno aprende a lidiar con esa locura a diario, lo importante es ser agradecido con las cosas buenas, es mi fórmula maestra, encontrar al mago en el ecosistema mental para que realice lo que mejor sabe hacer: la magia: ajá, la magia de la vida. Como por ejemplo esas casualidades, esas cosas que pasan sin querer, o el bonito obsequio que llega de la nada y te hace sentir felicidad. Pero son descripciones muy simples bastante ordinarias para lo que yo siento; mejor utilizaré: sentir que la vida tiene sentido. Porque eso es la magia, hacer de lo cotidiano y ordinario algo sorprendente y maravilloso que dibuja una sonrisa de niño en mi cara.
Hablando de, siempre me dicen que tengo una sonrisa increíble, que mi mirada penetrante, que mi cabello, que soy un buen amante, en fin , tantas cosas de mí que a la gente les encanta y que yo he aprendido a amar. Ese ha sido un gran desafío, lo confieso, creo que el planeta Saturno a nosotros los capricornios nos hace sufrir demás, ¡Sí, así es! Dicen que es un maestro muy severo, ¡en verdad!, lo dice la astrología. Que es un maestro muy duro, pero que si aprendes las lecciones tendrás de premio eso que a nadie le importa. ¿Qué creen que sea? Así es, la sabiduría. Es más interesante de lo que suena, en verdad…
¿Qué significa tener un maestro en tu vida? ¿Sabías que algunas veces uno escoge a su maestro? Y lo escoge para aprender de una forma tan dura que se te olvida que tú lo decidiste y las lecciones son tan crueles que lloras de miedo, temor, odio y tristeza. En fin, se vuelve una pesadilla. Pero basta con regresar atrás y hacer una retrospectiva, recordar un poco que ese “villano” lo escoge uno mismo. Sí, lo escoges sin saber el precio de las clases privadas a las que te estás sometiendo.
Existen diferentes maestros en la vida, y tenemos para todos los gustos que quieras y mandes. Existen, por ejemplo, los maestros espirituales que te obsequian una sabiduría muy elevada para poder enfrentarte a, como ya les había comentado, los demonios. Sí, los demonios que habitan dentro de mi cabeza, esas voces introyectadas que se merecen un lugar en el infierno y que, después, si ustedes me lo permiten, les describiré más a fondo sus diferentes pliegues, lunares, arrugas, tono de color de los dientes y el tamaño de sus miembros.
Con los maestros espirituales los pagos son en especie o donativos, quiero decir que el mejor pago para ellos es verte mejorar y crecer, y aceptan los pagos siempre y cuando sea de buen corazón. Otro tipo de maestro son los maestros villanos (de los que ya hablamos) que quieren verte tirado pidiendo ayuda. Hasta que aprendas a levantarte y seguir tu vida, pero en realidad no les importa que aprendas, ya este seria tu problema. A ellos sólo les importa dar la clase y la lección, en el fondo les gusta ver a sus alumnos llorar de frustración. Desgraciadamente, ya tengo varios doctorados en estas “escuelas” y ni siquiera me darán un diploma.
Otros maestros son más relajados y no tan extremistas. Como, por ejemplo, este curso en donde puedo exponer mi sentimientos y emociones más rebuscadas y complejas que las leyes para un abogado corrupto. Aún estoy empezando pero necesito aprender.
En fin, mis maestros, las drogas, me están volviendo loco, neurótico esquizofrénico, depresivo, aislado, con un sentimiento de frustración, y todo esos bajos sentimientos son el costo real de dichas clases particulares que nos ofrecen. Pero ¿qué puedo hacer con los maestros que no puedo escoger, es decir, con los maestros con los que ya seguirán moldeando el temperamento el resto de la vida? Para mí en este momento es la mejor pregunta. La respuesta no la tengo, ni tampoco espero tenerla algún día, estoy consciente que mientras escribo esto y ustedes me leen, esa sería la mejor de las satisfacciones. Sí, la de poderse conectar con las personas, así como dice mi gran amigo Lalo: encuentra el túnel de gusano que te lleva al corazón directamente, y por supuesto sin paradas ni escalas durante el viaje.
Porque sí me detengo a observar y las diferentes áreas de la vida diaria se encuentran llenas de mentiras y falsedad, con máscaras sociales tan desgastadas, estereotipadas, viejas y aburridas que algunos ya estamos aburridísimos de verlas a diario. Un sin fin de truculentas artimañas que sólo representan la naturaleza de la sociedad y del hombre. Y de la cual doy testimonio, no sólo para expresar mi dolor, sino también para expresar lo profundo del amor y la ternura que se encuentran en los corazones de todos nosotros y que es lo más rescatable de las personas.
Algunos admiran más los logros materiales, intelectuales, profesionales, etc. Y está excelente, pero los valores y principios son importantes de rescatar a profundidad porque son ellos los que siempre estarán ahí para uno cuando más los necesites y la noche sea más oscura. O cuando el laberinto ya te desesperó y ya no sabes que camino tomar porque al final se encuentra diseñado para llevarte al mismo lugar y morir así, perdido, sin encontrar el sentido a todo esto.
El tiempo se me terminó. Pero a los demonios (que son todos esos pensamientos horribles que están insertados dentro de mi mente) y los maestros (que con mucho dolor me tratan de dar lecciones fallida) por fin hoy me aburrí de escucharlos. Ahora sé que el sentido de la vida es… No, no lo sé, ni pretendería decir que tengo esa información, pero posiblemente sea escribir y sentirme mejor por el momento, y poder ser sincero y honesto, o por lo menos intentarlo y dar lo mejor, siempre con la esperanza de un nuevo amanecer…