Tenemos que hablar de responsabilidad afectiva y del si no somos nada, no te pinches quedas a dormir en mi casa, ni agarras un poquito de azúcar y mucho menos me quitas tiempo de la mañana para disfrutar mi primer café del día sin estorbarme.
Y es que ahora todo el mundo quiere hablar de amor libre, pero no de no me hables a deshoras cuando estés en estado alterado de consciencia, no te salió con tu nueva conquista y quieres coger, o tu ex no te dio su enésima despedida. Tampoco cuando te sientas en soledad y ya te hayas dado cuenta de que mejor malo por conocido que bueno por conocer, porque eso no es amor libre, ni libertad , eso es no hacerte cargo del pinche miedo que te carcome las entrañas porque no sabes cómo enfrentar otro enésimo descalabro amoroso.
No, no me hables de amores libres cuando tienes que poner límites para hacerlos y tienes que leer la cartilla de los “no’s ” antes de cualquier cosa, cuando en realidad mueres por enamorarte como animal pero dices que no quieres nada, nada más para evitar cagarla otra vez… y siempre la cagas.
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Y medio sientes cosas pero todo lo disfrazas con la supuesta indiferencia de un amor libre, la realidad es que te mueres de miedo a perder tu autonomía y la poca salud mental que te quedó después de todos tus amores que no llegaron a nada. El no somos nada sin responsabilidad afectiva es nada más y nada menos que otro amor tóxico más que agregas a tu lista de amores sin resolver. Sí, otra vez…
Ahora están estas relaciones abiertas, poliamorosas, Montessori y muy a la medida, pero qué tanto toda esa parafernalia evidencia que no entiendes los límites de la libertad y regresas a la bandera del amor libre a la que que te aferraste como un estandarte sin entenderla solo porque no tienes idea de relaciones humanas sanas y en tu recién estrenado diccionario del poliamor no has podido encontrar el término de responsabilidad afectiva donde no eres nada de nadie pero sí lo cuidas porque se supone que eres un adulto sano y funcional con una salud mental más o menos arreglada. Pero no, es mejor aplicar la desaparición, el gaslighting y lo que viene siendo el infantilismo de no poder expresar tus emociones.
La bandera de los amores libres
No, no me hables de amores libres cuando haces de todo para no hacerlos, cuando el chantaje y la desaparición como arma de enganchamiento son tu única herramienta, para luego volver con la bandera del amor y de la paz pero en realidad es una de pirata, porque no entiendes que el verdadero amor libre no encadena y da certezas aunque no futuros, y eso es lo que lo hace libre.
Pero prefieres ir y venir nombrando a todos tus amores libres, como si no sumaran una eterna lista de aquellas personas para las que otra vez no fuiste nada, para las que fueron un extra en tu vida y no el protagónico y te enteraste que otra vez no fuiste ni siquiera el personaje secundario .
Acostumbrados a exigir de todo pero no dar ni un poquito a cambio, como si los demás tuvieran la culpa de sus miedos previos y toda esa cadena de amores fallidos y encima tuvieran que pagarlos. Pero eso es como llegar a la escuela con la tarea hecha y tener que regalarla una y otra vez al mismo burro de la banca de atrás que prefirió jugar al amor libre y no a dejarlo tan claro que no causara conflicto.
Pero quieren todo gratis, sin saber que hasta las libertades se pagan con comunicación y cuidado, que hay amores sin reglas pero con responsabilidades afectivas que los sostienen y les aseguran no ser el siguiente amor tóxico en turno que dice que no quiere nada, pero lo exige todo y solo ocupa un lugar en el espacio de tus ganas de tener un amor bonito, aunque dure un par de horas pero que sea clarito y ligero, de esos en los que cada quien carga su caja de miel sin molestar a nadie.