“Mejor no ir al Mundial de Fútbol 2022, en Qatar, en el Oriente Medio”, dice Iván Lara, presidente de la Asociación Nacional de Deporte LGBTQ+ , y es que ¿cómo ir a sentarse a disfrutar de un evento deportivo que se cimentó sobre violaciones constantes a los derechos humanos?
Lo anterior, recordó Iván, ante las denuncias de violaciones a los derechos humanos de trabajadores migrantes que edifican el estado Jalifa y la Aspire Zone, por lo que sería una incongruencia asistir a eventos que apoyan trabajos forzados.
Es claro que este país en el Oriente Medio no quiere ni a las mujeres ni a las personas homosexuales, cuenta Lara en entrevista. Y es que en este estado árabe predomina la religion del Islam, profesada por alrededor del 70% de la población.
En esta religión no existe la intromisión en la vida privada de las personas, pero sí es restrictiva con las manifestaciones públicas con connotaciones sexuales, es por eso que la comunidad LGTBQ+ ha manifestado que esta podría ser “la peor Copa Mundial de la historia, ya que de entrada no se permitirá sacar la bandera arcoíris que identifica a este colectivo”, expresó el dirigente del colectivo que promueve la defensa de los derechos de las personas deportistas.
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Cómo se criminaliza a las personas de la comunidad en Qatar
El Código Penal de Qatar limita las muestras de afecto público entre personas LGBTQ+ y cualquier expresión de la orientación sexual, en la legislación de este país la diversidad sexual es considerada como sodomía y se penaliza con hasta con tres años de cárcel.
Las relaciones entre personas del mismo sexo que involucren trabajo sexual se castiga con entre 5 y 10 años de cárcel.
Además de las leyes civiles de Qatar, también se rigen por la sharía, que es un código de conducta de quienes profesan la religión islámica y en donde se establece la pena de muerte para quienes se den muestras de afecto en público o mantengan relaciones homosexuales.
“En Qatar funcionan tribunales de la ley de la sharía, bajo la cual es técnicamente posible la imposición de la pena de muerte a hombres musulmanes que sean encontrados culpables de haber mantenido relaciones sexuales consensuales con otro varón adulto”, esto de acuerdo con información de la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersex (ILGA por sus siglas en inglés), recabada en la publicación de Homosensual.
Qatar pertenece a los 72 países en el mundo que criminalizan la homosexualidad y aplican sanciones a las relaciones entre parejas LGBTQ+.
Las personas casadas que cometen actos sexuales fuera del matrimonio son sancionadas con flagelación, sin importar si tienen relaciones sexuales con personas de su mismo sexo o del sexo opuesto, sin embargo, estas sanciones solo se aplican a quines pertenecen a la religión musulmana.
Este apartado fue escrito con información del artículo “Qatar: qué pasa si LGBT+ muestran afecto en público” de Homosensual
Condiciones para la comunidad LGTBQ+ en Qatar 2022
“No se puede cambiar la religión por los 28 días que dura la Copa del Mundo”, explicó Nasser Al-Khater, presidente del Comité Organizador de Qatar 2022, mientras que el responsable de la policía de aquel país, Abdulaziz Abdullah Al Ansari, detalló que quienes pertenecen a la comunidad serían bienvenidos, sin embargo, no se permitirá la promoción de las libertades de este grupo, como el uso de la bandera arcoiris.
Tan solo con estas dos posturas, explicó Iván Lara, nos damos cuenta de que la comunidad no es bienvenida: “se trata de un país en donde dicen que no se discrimina en tanto no haya demostraciones de afecto, no les gustan las personas con apariencia afeminada, quienes podrían ser encarceladas, no podemos ir a un país en donde los derechos humanos no existen, se supone que eventos deportivos como el mundial están para unir y no para dividir”.
Italia y Rusia han sido protagonistas de violaciones a los derechos de esta comunidad en ediciones pasadas y mucho se ha hablado de la supuesta hipocresía de la FIFA (Fédération Internationale de Football Association) y parece ser que el rayo arcoiris podría ver la luz en la edición de 2026, explica Lara, quien en su opinión está de acuerdo con que la Federación respete sus propias leyes en tanto que haya garantías para la comunidad en el futuro.
Mientras tanto, para la edición de este año, la FIFA amenazó con rescindir contratos de hospedaje a visitantes por la Copa Mundial si les negaban el alojamiento, esto ante una investigación de un medio escandinavo que evidenciaba prácticas discriminatorias que se traducían en cancelación de reservaciones.
Y es que la Copa Mundial de 2026, en donde Estados Unidos de América, Canadá y México serán sede, ya contemplan normas que consideran a la comunidad, no así bajo las que se regían al firmar los contratos al otorgar la sede en Qatar, hace 10 años, explicó Lara.
La comunidad LGTBQ+ y el deporte en México
“El fútbol también es un símbolo de la masculinidad en el país, por lo que los deportistas hombres pertenecientes a la comunidad prefieren mantener su preferencia sexual en secreto”, menciona Iván Lara.
Sin querer precisar con qué directiva de un club de fútbol mexicano, detalló que las directivas futbolísticas están conscientes de la existencia de futbolistas gays, por lo que la Asociación Nacional de Deporte LGBTQ+ busca incidir en la creación de políticas inclusivas que garanticen la libre expresión de las personas que pertenecen a la comunidad.
Mientras tanto: “tenemos que normalizar que la comunidad hace deporte, tenemos eventos deportivos sólo para nosotros por la falta de espacios inclusivos, eso nos lleva a generar los nuestros”, por ejemplo Los Juegos Deportivos de la Marcha de la CDMX, el 24 y 25 de junio próximos.
“Los deportistas tienen miedo de alzar la voz y si tenemos a un José Luis Martínez (patinador mexicano que se declara perteneciente a la comunidad) es porque practica un deporte individual en el que no importa la orientación sexual, en Latinoamérica no existe eso para otros deportes como en el fútbol, hace falta educación sexual y estar abiertos a que el mundo está cambiando”.