junio 26, 2023

La lucha por el matrimonio igualitario en Durango, ¿cuál fue el camino en el activismo y la política?

Desde diferentes ángulos, tres impulsores de la legislación nos cuentan cómo el tema evolucionó en el estado.

By In Reportaje

Hace casi una década, Ezequiel García Torres, un reconocido activista duranguense, esperó por horas junto a compañeros de distintos colectivos LGBT+ para saber si el Congreso de Durango aprobaría o rechazaría legalizar el matrimonio igualitario en el estado. El recuerdo no es grato.

“Votaron en contra a las 3 de la mañana”, recuerda. “Salimos del Congreso cabizbajos, llorando y afuera los conservadores nos agredieron. Nos aventaron botellas, piedras y decían ‘les ganamos, les ganamos. Y muchos querían contestar la agresión, pero les dijimos ‘no le digan nada, un día vamos a ganar’”.

Y el día llegó. El 21 de septiembre del 2022 se convirtió en una fecha histórica que Ezequiel no va a olvidar nunca, porque después de tanto tiempo, el Congreso del Estado de Durango, con 15 votos a favor, 9 en contra y 5 abstenciones, aprobó el matrimonio igualitario. 

Aunque lo cierto es que ya estaban acorralados.

El domingo 18 de septiembre de 2022, a tres días de convertirse oficialmente en el gobernador de Durango, Esteban Villegas Villarreal había firmado un decreto en el Periódico Oficial del Estado en el que estableció que los matrimonios en el registro civil debían autorizarse sin tomar en cuenta el género de la pareja.

Tadeo Campagne, reconocido activista LGBT+ duranguense, recibió ese mismo día la llamada del gobernador en donde le informó que todo estaba hecho. Aunque afirma que no fue sorpresiva, como muchos aseguran, pues era algo ya planteado desde hace meses, tanto por él personalmente, como por otros personajes de su partido. 

Y es que el tema del matrimonio igualitario no tiene ni dos, ni tres, ni siete años. 

En 1859, el matrimonio se estableció como un acto completamente laico, a través de la Ley del Matrimonio Civil y la Ley Orgánica del Registro Civil. Sin embargo, se manifestaba que el matrimonio civil debía celebrarse sólo entre un hombre y una mujer y a pesar de que las leyes evolucionaron y cambiaron durante las siguientes décadas, esta condición se mantuvo, negándole este derecho a las personas de la comunidad LGBT+. 

¿Por qué? En realidad hay muchas razones históricas y culturales, pero el tradicionalismo, las religiones y el machismo siguen siendo las más fuertes para esta oposición. Especialmente en un estado  como  Durango, en el que aún hay muchas personas “conservadoras” (y anti derechos) en los puestos de poder.

Si bien esta entidad progresó con el paso de los años, lo ha hecho casi a marcha forzada, impulsada por los activistas LGBT+, las nuevas generaciones y los políticos que se sensibilizaron al respecto.

Aunque actualmente puede parecer más tolerante, lo cierto es que todavía hace dos décadas el panorama era muy diferente. Los derechos de las personas con diferentes orientaciones sexuales e identidades de género no figuraban en el campo de visión de los políticos, e incluso de la sociedad.

Tadeo Campagne relata que cuando él era adolescente los colectivos de la diversidad sexual no eran para nada lo que son ahora.

“Yo empecé como activista a los 15 años en una primera colectiva que se fundó en Durango que se llamaba Ángel Guardián, que en aquel momento estaba muy alejado de todo lo que hemos logrado en otros últimos 18 años, literal. Básicamente éramos adolescentes que se juntaban alguna vez a la semana, que se reunían… para eso, para unirnos”.

Tadeo dice que en la ciudad ningún espacio parecía seguro para ellos y crear esta colectiva se convirtió en el lugar perfecto para reflexionar y planear, “porque en aquel momento muchas cosas de las que son realidad ahora se platicaban, se planteaban, se soñaban. El matrimonio igualitario era una de ellas”.

Ezequiel García Torres, quien actualmente es el Secretario de Derechos Humanos e Inclusión Social del partido Movimiento Ciudadano, tuvo una experiencia similar. “Yo soy activista y gestor social desde 1989. Empecé muy joven por los derechos del medio ambiente. También con la lucha social con las poblaciones de gente que tenía falta de agua potable, vivienda”, asegura. 

Sin embargo, pronto sintió la necesidad de visibilizar y defender a quienes nadie parecía ver: “Nos empezamos a organizar en secreto para que nadie se enterara, hasta que un día salimos a la luz”.

Ezequiel relata que fue en el 2005 que su colectivo empezó el largo proceso de ir a dejar solicitudes para buscar legalizar en Durango las sociedades de convivencia. “Pedíamos eso, ni siquiera tener un matrimonio igualitario. Dejamos oficios pero nos decían que se perdían o ‘no es cierto, nunca llegó nada’. Era muy complejo”.

Empiezan las iniciativas

Tadeo recuerda que su colectivo comenzó a acercarse a lo legislativo en 2012, cuando el exdiputado Sergio Duarte estaba casi en el cierre de esa legislatura. 

“No logramos mucho. El diputado dudó de entrarle al tema y pues la Legislatura también estaba prácticamente terminando”. Sin embargo, fue ese primer intento que logró que el político Israel Soto Peña, quien era entonces asesor de Duarte en el Congreso del Estado, tuviera un primer acercamiento al tema y cuando quedó como diputado plurinominal por el PRD, en el 2013, ya tenía la intención de apoyar.

Así que Israel Soto decidió buscar al colectivo para aprender más del tema, aunque ellos eran inexpertos en lo legal. Tadeo explica que él apenas tenía 22 años y la realidad es que tanto él como sus compañeros desconocían por completo un proceso legislativo. Pero aún así lo intentaron.

La primera iniciativa para legalizar el matrimonio igualitario en el estado de Durango se lanzó en septiembre de 2013. Buscaba derogar el artículo 142 del Código Civil, que indicaba que el matrimonio tenía como fin la perpetuidad de la especie. 

Era incongruente que el artículo primero de la Constitución prohibiera la discriminación de cualquier tipo para que las personas pudieran ejercer sus derechos, pero el 142 sí los discriminaba por orientación sexual. 

Así que se presentó, pero fue desechada “argumentando que no había condiciones, que había defectos de tecnicismos y de técnica legislativa. Es decir, que me había equivocado en el procedimiento”, recuerda Israel Soto, “pero que no llegaban al fondo del asunto”.

Aunque la iniciativa no prosperó, sí llamó la atención de los medios. El enfrentarse a los reporteros hizo que Tadeo se diera cuenta de que necesitaba aprender más. “Me acuerdo que terminó la sesión, y le dije: ‘Oye diputado, me asumo ignorante del tema. Necesito aprender más si vamos a impulsar’”.

Fue entonces que Tadeo decidió afiliarse al PRD, pues este partido tenía desde hace tiempo la Secretaría Nacional de Diversidad Sexual y ahí se rodeó de personas con mucha experiencia. Después de eso, asumió  esta secretaría  a nivel estatal, “más preocupado y encaminado por obtener información y capacitación para defender el tema, que creo fue de las mejores decisiones que pude tomar porque eso me permitió nutrirme para llevar una lucha que nos tomó 10 años”.

En 2014, la Suprema Corte de Justicia estableció una jurisprudencia en donde aprobó amparos interpuestos por parejas del mismo sexo que argumentaron que habían violado sus derechos y que no se les daba un trato igualitario. Esa sentencia de la Corte fue fundamental porque permitió una evolución en el tema de manera importante.

Por lo que en 2015, la segunda iniciativa presentada por el duranguense ahora tenía más argumentos jurídicos. Israel recuerda que Nueva Alianza en ese entonces comenzó a pedir tanto a sus miembros como a sus aliados buscar derechos iguales para todo el mundo.

Y si bien la Comisión de Justicia sí aprobó la iniciativa, nunca llegó al pleno, la congelaron.

Las estrategias fallidas y los grupos de presión

Durante todo ese tiempo todos los involucrados trataban de hacer su parte. Israel Soto recuerda que tanto él como Tadeo Campagne; Selene Name, reconocida activista y defensora de los derechos LGBT+ de la asociación Nosotras Nosotros Durango; Ezequiel García, y Julieta Hernández Camargo, reconocida activista y defensora de los derechos de la mujer, hicieron todo lo que estaba en sus manos, incluso reunirse con grupos de oposición para tratar de sensibilizarlos. La negación entonces era tan fuerte que muchos comenzaron a cuestionar la orientación sexual del diputado, “sobre todo los grupos religiosos con los que tuvimos audiencias”, explica Israel. 

La mayoría de los grupos en contra tenían argumentos con tintes religiosos, incluidos los partidos y funcionarios conservadores que buscaban que no se hablara del tema. “Decían que Durango era una sociedad conservadora, que Durango no estaba preparado para eso, que no era el momento adecuado, etcétera”.

Por lo que el congelamiento de la iniciativa no fue una sorpresa, aunque sí una decepción.

Israel recuerda que tanto él como los diferentes colectivos de la diversidad sexual se manifestaron por todas las vías, incluso con una histórica toma en protesta. 

Para entonces, Ezequiel García era ya regidor, el primero abiertamente gay y activista por la comunidad LGBT+, y relata que él y sus compañeros se sentían indignados al ver como ni siquiera iban a votar la iniciativa.

“Recuerdo que nos organizamos. Estábamos Tadeo Campagne, Vanessa Santos, Jennifer de la Peña, Vilma Maldonado, Iván Ramos, Anabel Quesada, Daniela Sánchez. No quiero que me pase ninguno, pero éramos como unos 20. Les dije ‘Oigan ¿tomamos la tribuna?’ y pues la tomamos. Fue la primera vez en la historia de este movimiento, que un colectivo tomaba la tribuna de un Congreso, y fuimos nosotros y hay videos. Tomamos la tribuna cuando estaba hablando el entonces diputado Juan Quiñones y no nos quitamos hasta que nos hicieron caso”.

Pero aun así, no hubo votación. 

La iniciativa resurgió hasta que la diputada Mar Grecia, del Partido Acción Nacional (PAN), el cual suele ir en contra de estas iniciativas a nivel nacional, la retomó en la siguiente legislatura. Tadeo relata que ella se vio muy comprometida con la causa y la estrategia que formaron en ese momento fue pegar esta iniciativa del matrimonio gay junto a la iniciativa de prohibir los matrimonios infantiles. Sin embargo, los diputados votaron en contra de prohibir los matrimonios infantiles porque no querían votar a favor del matrimonio igualitario. La confusión fue tanta que “en un acto muy vergonzoso de su parte, tuvieron que repetir la votación” recuerda Tadeo, y el matrimonio igualitario fue denegado una vez más. 

También señala que había muchas presiones de quienes no querían que el matrimonio igualitario fuera una realidad. “Lo hemos denunciado durante diez años y lo seguiremos diciendo siempre. Las presiones de algunas cúpulas políticas, particularmente el gobernador de aquel momento, su esposa y el clero infringían mucha presión sobre los y las legisladoras. Tenían mucho control sobre ellos y ellas y pues lograron su cometido esa vez”.

Pero con el paso del tiempo fueron perdiendo fuerza. 

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Un nuevo intento desde otro frente

David Ramos Cepeda, quien entonces era secretario del ayuntamiento de Guadalupe Victoria, se interesó por el tema y por defender los derechos de la comunidad desde que Mar Grecia retomó esa iniciativa. Por lo que cuando él se convirtió en diputado, tomó el asunto en sus manos.

“Él asumió con mucho compromiso el tema, estuvo en reuniones diversas con los grupos buscando el cómo sí se aprobara. Se mantuvo presionando permanentemente”, recuerda Israel Soto, “hablando del tema por todas las vías, buscando cada día más argumentos”.

Y los tenía, cada vez un mayor número de estados aprobaban el matrimonio igualitario.

No obstante, su iniciativa fue rechazada y aunque propuso una segunda, tampoco procedió. Tadeo recuerda que esa vez, su partido se dio cuenta de que solos no iban a poder, así que crearon un acuerdo con Morena y el PT (que iban en alianza) para que ellos también votaran a favor. Sin embargo los diputados de Morena “acordaron en lo oscuro que el del PT votara en contra para tratar de zafarse, lo que por muchos años hicieron siempre en el tema de Matrimonio Igualitario. Buscaron huecos y formas de zafarse y posponer la votación lo que más se pudiera, porque al final del camino, los diputados y diputadas hace mucho tiempo que habían entendido que era un tema que tenía que pasar tarde o temprano, que no había manera de justificar un voto en contra”.

“El Congreso no estuvo a la altura del reconocimiento y el respeto a los derechos humanos” señala Israel. “Debe haber respeto a los derechos humanos de las personas por parte de los gobiernos por parte de todos y el Congreso era el primer violador de los derechos humanos en Durango, el primer promotor de la discriminación”.

En julio de 2022, el Congreso recibió la orden judicial que le obligaba a discutir el dictamen y aprobar la ley.

Una rayito de luz en la oscuridad: los amparos

Si bien la ruta no avanzaba mucho por el lado de la legislación, sí lo hacía por otro lado. 

Tadeo relata que desde 2014 los colectivos ya habían tratado de empezar con amparos, pero era complicado.

“Usamos un paquete de amparos colectivos y nos lo rechazaron por cosas bien absurdas. Nos pedían, por ejemplo, que comprobáramos literalmente ser gays y lesbianas. ¿Como compruebas de forma legal y rotunda ser gay o lesbiana? Pero bueno, en aquel momento a falta de jurisprudencia de los temas, había muchos agujeros”.

Fue hasta que el tema comenzó a avanzar a nivel federal, por 2016 y 2017, que los colectivos comenzaron a impulsar los amparos, aunque era un problema convencer a las parejas de hacerlo porque todo era muy público. Las parejas tenían miedo al rechazo social. Tadeo señala que esta fue una de las razones por las que tampoco se avanzaba mucho. Cuando en 2019 impulsaron el primer amparo en Durango, se llevó mucho tiempo porque llegó la pandemia y cerró todo. Sin embargo, cuando el primero se logró en 2021, “entendimos que sí era la ruta”. 

Miriam y Katherin se casaron el 29 de julio de 2021. Tadeo Campagne e Israel Soto fueron los padrinos y testigos, y este último recuerda que hubo mucha cobertura mediática y miles de comentarios positivos. “Socialmente, la gente lo aceptó de la mejor manera, ni a Durango nos cayó un rayo, ni un meteorito. Todas esas amenazas que en algunos momentos mencionaban los que estaban en contra, afortunadamente no sucedieron”.

Además, este primer amparo y matrimonio dio pauta a que muchos se animaran, y de acuerdo a Tadeo, cerraron con 290 amparos antes de la aprobación.

La aprobación 

Finalmente, en el 2022, como recordamos al inicio, todo dio frutos. “El actual gobernador entendió mucho más allá, yo creo, de posturas personales, que era un tema que ya estaba rebasado, que él tenía la oportunidad de hacer historia”, dice Tadeo. 

Si bien, recordó, toda la sensibilización y trabajo que se hizo durante todo el proceso e incluso durante la campaña del actual gobernador, lo que Tadeo señala sorprendente fue que Villegas Villareal hiciera todo tan rápido.

“Si soy honesto, yo pensé que iba a transitar un poco más el gobierno. Pero, de manera muy firme y decisiva, recibo su llamada ese domingo y me dice ‘acabo de firmar el decreto, mañana se publica’. Entonces para nosotros fue… te juro que para mí fue ¡guau, lo logramos! Después de 10 años lo logramos. Incluso dije ‘¿de verdad será cierto?’ Y Ezequiel y yo no publicamos nada porque no queríamos emocionarnos tanto por cualquier cosa, pero sí lo estábamos”.

Aunque Ezequiel acepta que fue un júbilo enorme lo que hizo el gobernador, él agradece y reconoce más a todos los activistas y personas que lucharon por esto durante más de una década. “Nos costó mucho la lucha y los años que pasamos haciendo saber a todos que aquí estábamos y queríamos nuestros derechos”.

“Somos la única entidad federativa en México en que se ha aprobado en menos de 48 horas de las dos maneras. Hay entidades donde se aprobó a través de un decreto administrativo por el gobernador y/o que se aprobó por el Congreso pero somos la única entidad en todo el país que aprobó las dos maneras en tan poco tiempo”, agrega Tadeo.

“Fue mucho tiempo con un tema que debió de haberse llevado a cabo de una manera mucho más sencilla”, dice Israel, “pero así se rompen barreras, así se cambian realidades, se derriban muros y en ese sentido, siempre me sentiré muy orgulloso de haber participado, de haber puesto mi granito de arena para que sucediera esto”.

La reforma aprobada añadió un párrafo al artículo 141 donde se lee: “Los funcionarios facultados por la ley para celebrar matrimonio garantizarán la no discriminación por origen étnico o nacional, el género, las discapacidades, la condición social, las condiciones de salud, la religión, las opiniones, las preferencias sexuales o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos humanos”.

Una realidad en Durango

Yedid es una mujer lesbiana que nunca pensó casarse. “Como a los 20 me sentía muy chiquita para siquiera considerarlo, pero ya después de los 25 decidí que no era una de mis metas, ya tenía la decisión de no hacerlo. No tanto por el hecho del procedimiento o porque no se pudiera, pero más por un tema personal”. Ella tenía la creencia de que un documento no hacía la diferencia en una relación y no veía el punto, pero cuando luego de varios años de relación el tema surgió con su pareja y lo platicaron, se dio cuenta de que había mucho más detrás de ese documento legal.

La legalización del matrimonio igualitario no se buscaba solo para que las parejas “tuvieran la foto”. Los problemas que podía resolver eran constantes. Israel recuerda parejas que querían unir sus créditos para comprar una casa, o que querían otorgarle el derecho a la salud a su pareja. Incluso que querían poder pelear por lo que habían construido juntos. Tadeo cuenta que era frecuente escuchar de casos de parejas en que cuando uno moría su familia iba y despojaba al otro de todas sus cosas, a veces quitándoles por completo vivienda e inmuebles porque estaban al nombre del otro. “Y legalmente no estaban incumpliendo absolutamente nada”, afirma Tadeo.

Ahora que Yedid tiene seis meses de casada con su esposa, confiesa que “al principio fue un poco difícil de asimilar”, pero está feliz de haberlo hecho y de que ambas están protegidas y son respetadas legalmente. Si bien, aún le parece sorprendente cuando va a realizar un trámite y en lugar de poner soltera marcaba la casilla de casada, es algo a lo que ya ha empezado a acostumbrarse. Y al menos el proceso de casarse fue muy sencillo.

“El día que nos casamos, un bonito 4 de enero, fuimos y así dijimos: nos queremos casar. Nos pasaron con una persona para llenar los oficios y toda la info (nombres, actas de nacimiento, identificaciones, datos de los testigos, de mis papás), muy amable la señora, y nosotras invitamos cómo a 10 personas. Firmamos nuestras actas y pasaron luego los testigos a firmar y en lo que llenamos todo eso fue un proceso de 20 minutos”.

“Después pasamos a una oficina que supongo que es la del Juez y fue una ceremonia como de 10 minutos y toda la onda de ‘acepta a ella’ y bla bla bla”, dice animada, “y fue de ‘okay, ya están casadas’”.

Esto era exactamente lo que se quería. Tadeo dice que él ha llegado a regañar parejas que le hablan para que vaya con ellos al registro civil a preguntar si se pueden casar. “Les digo: Se luchó muchos años para que ustedes pudieran acceder a un trámite meramente administrativo con los requisitos y obligaciones que cualquier persona”. 

Además cuenta que aunque distintos grupos o medios señalan que ha habido también divorcios desde la aprobación, a él le da gusto. “El divorcio es un derecho adquirido del matrimonio y qué bueno que hoy en día yo me pueda casar y si no estoy a gusto con la persona, me pueda divorciar y tener acceso a pensión alimenticia, mis bienes, etcétera”.

¿Qué sigue para la comunidad LGBT+ en Durango?

“Cuando los políticos o el clero hablaban de que la sociedad no estaba de acuerdo, no era cierto. No era una lucha con la sociedad, era una lucha contra las cúpulas religiosas y políticas, esa es la realidad”, afirma Tadeo. Aunque al final doblegaron a esas cúpulas, sabe que aún faltan muchos temas que abordar, pues el matrimonio igualitario era la punta del iceberg.

Señala que hay muchas leyes secundarias que se tienen que adaptar, pues aún hay conflictos en reconocer a hijos de familias LGBT+ porque “nuestra Constitución habla de reconocimiento de menores de edad por mamá y papá”. También está el lograr que las personas trans tengan un reconocimiento en el Estado y puedan cambiar su identidad legalmente.

Ezequiel menciona que aunque el Senado de la República ya ha aprobado la eliminación de Ecosig (Esfuerzos para Corregir la Orientación Sexual e Identidad de Género), que son terapias y clínicas a donde se lleva a adolescentes e incluso niños para “convertirlos en heterosexuales”, en Durango no se ha armonizado esa ley. Por lo que estas terapias aún existen aquí.

Además, Durango no ha tipificado el crimen de odio, así que si vas a denunciar que te agreden de ser por la comunidad LGBT+, el estado lo toma como “¿y la ley donde dice que por ser gay yo le debo dar un privilegio a usted o debo poner algo aparte ahí?”, cuenta Ezequiel. “México es segundo lugar a nivel Latinoamérica de homofobia. México es el primer lugar en transfobia a nivel mundial. Y te dicen que ¿por qué tipificar el crimen de odio?”

Ezequiel también enlista otras cosas que faltan en el acceso a la salud para la comunidad, como medicamentos para las personas trans y la despenalización del VIH. Además de la sensibilización en instituciones públicas, pues uno de cada tres niños en México sufre bullying por supuesta orientación sexual. “No porque sí sea gay, lesbiana o trans, sino por la supuesta orientación.”

Está también la visibilización, que de una u otra forma para muchos continúa siendo tabú. 

Tadeo señala que él sabe que no son los primeros ni los últimos políticos gays en Durango, pero aunque a veces lo critican por hacerlo tan visible, normalizar que un candidato o funcionario público sea gay es importante. Si no lo es, ¿por qué muchos aún están en el clóset?

Ezequiel confiesa que a él le da orgullo ir por la calle Constitución y ver jóvenes de la comunidad tomados de la mano sin problema, pues para él es complicado. “Llevo 20 años con mi pareja y a la fecha te juro que no podemos irnos tomados de la mano por la preconcepción. Porque fuimos linchados cuando lo intentamos y es difícil para mi generación decir que ya no pasa nada. Porque nos pasó, porque nos vulneraron, porque nos violentaron, porque aunque no es como antes en muchos aspectos, se sigue violentando a personas de la diversidad sexual”.

Y por eso mismo piden a las nuevas generaciones de activistas LGBT+ que continúen velando por los derechos, que aprendan de la historia de la comunidad en el estado y el mundo y que “se acerquen a nosotros, a los colectivos que existen dentro de la diversidad sexual, a todos los que tratamos de hacer algo más”.

Tadeo sabe que el activismo social a veces puede sentirse como una siembra que aceptas que no estarás para cosechar, él creyó en algún punto que no le tocaría ver legalizado el matrimonio, pero te puede sorprender todo lo que brinda tu esfuerzo a la causa.

“Dicen que tener sueños hace la vida más llevadera”, dice Ezequiel, “y tenemos que seguir soñando. Un día vamos a ganar. ¿Cuándo? No lo sé, pero un día vamos a ganar todo lo que queremos”.

Written by Nikthya N. González

Escritora de diarios desde los 10 años. Estudió Ciencias y Técnicas de la Comunicación en la UAD, y un nivel de inglés en EF International Language Campus Toronto (aunque la verdad es que sabe inglés gracias a One Direction). Trabajó en comunicación social, luego como editora web de noticias y más tarde como coordinadora de editores. Sus escritoras favoritas son Mary H. K. Choi, Maggie Stiefvater y Jenny Han. Adora escribir sobre ella y sus alrededores, el verano, el mar, leer ensayos personales, los libros young adult, las pláticas que duran horas, los tamales, los dramas coreanos, las flores, las playlists personalizadas que Spotify le hace y clasificar sus películas favoritas en Letterboxd.

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