Este texto fue escrito como parte de un ejercicio de la 9na generación de la #RedLATAM de Distintas Latitudes.
Autodidacta, pasional y hábil con las manos: es la descripción perfecta para Yordy. Desde pequeño fue amante de la tecnología y hábil para armar o reparar casi cualquier cosa. Gracias a esa destreza emprendió una microempresa para instalar internet de alta velocidad en zonas remotas que colindan entre Barinas y Mérida.
Una mañana del 2018, su cuñado le planteó la idea de configurar antenas que les permitieran una conexión estable. En esa época la única red que tenían era gubernamental, fallaba continuamente y no había otra alternativa que trasladarse hasta el pueblo más cercano esperando que su señal fuera mejor.
Sin experiencia ni garantía de éxito, Yordy se atrevió a experimentar con un proyecto de telecomunicaciones que creció en pandemia. Armó un equipo en alianza con Vnet (empresa privada de internet) para que más personas puedan tener una conexión estable superior a la media estatal de 1 megabits (Mbps) por segundo.
La voz se regó entre los vecinos y la alternativa de que ahora pueden contar con una señal de internet estable, incluso durante los apagones eléctricos, se extendió por cada municipio rural. Su motivación es “ver la alegría de las personas a las que antes se les hacía imposible comunicarse”.

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