febrero 26, 2024

Cool Girl

By In Ensayos

Por: Mariana Jiménez

He perdido la cuenta de cuántas veces le he pedido perdón a un hombre por mi forma de ser. Últimamente pienso mucho en el monólogo de Rosamund Pike en la película Gone Girl, aquel en que ella dice “los hombres siempre usan la expresión ‘chica cool’ como si fuera un el cumplido definitivo, ¿verdad? «Ella es una chica muy cool». Ser una chica cool significa que soy una mujer atractiva, brillante y divertida que adora el fútbol, el póquer, los chistes subidos de tono y los eructos, la mujer a la que le gustan los videojuegos y tomar cerveza, la que ama los tríos y el sexo anal, y que come hot-dogs y hamburguesas como si estuviera presentando la mayor orgía culinaria del mundo pero a la vez que es capaz, de algún modo, de mantener una talla 34, porque las ‘chicas cool’, por encima de todo, están buenas. Son atractivas y comprensivas…” 

No comprendí completamente este concepto hasta que crecí y me di cuenta de las expectativas impuestas por los hombres cisheterosexuales en una relación. Al principio, aprecian todos los aspectos de ti: tu personalidad, tus gustos, tu forma de vestir, tu forma de expresarte, incluso cómo te quejas de todo el mundo, excepto de él. Les gusta lo que aportas a sus vidas, hasta que, en algún momento, deciden que eso es suficiente. 

Foto de Dio Alif Utomo: https://www.pexels.com/es-es/foto/silueta-de-hombre-y-mujer-en-ocaso-2983604/

He tenido tanto relaciones llamadas formales como las nombradas casuales, y en todas ellas parece existir una constante: en algún momento, mi forma de ser se convierte en un problema.

Lee más de esta desvelada: En las nubes podemos encontrar a los muertos

Para explicar mejor a qué me refiero con mi forma de ser, citaré algunas frases que he escuchado a lo largo de mis 27 años, como: 

Es que por qué me dices que te molesta esto de mi, ¿qué no ves que me haces sentir peor a mi con tus palabras?”

“¿Ya te vas a molestar otra vez?, pero si solo fue una broma” (sobre mi aspecto físico, del cual sabía que tenía y tengo grandes inseguridades)

 “¿Pero qué quieres que le diga si es mi amigo?, no puedo decirle que lo que hizo estuvo mal”.

“No me gusta que últimamente todo lo vuelves en un ranteo, no sé si yo soy más tonto que tú o que paso desapercibido muchas cosas pero no sé porque siempre de algo tienes alguna opinión”.

 “No te estoy diciendo que eres una mala persona” (aunque cinco minutos antes me describió como la peor persona que pudo conocer en su vida); la verdad es que no sé qué decirte, siempre que me dices algo que te molesta yo lo voy sintiendo todo bien, así que pienso que solo está en tu imaginación”.

Estas y otras frases célebres que mi cabeza ha tenido a bien olvidar. 

Todas han generado un sinfín de pensamientos negativos sobre mí misma. A menudo me pregunto si realmente soy el problema, pero luego, de manera más objetiva, considero la posibilidad de que simplemente atenúan mi luz de manera magistral. No estoy segura si lo hacen intencionalmente o si es simplemente su naturaleza masculina. Prefiero pensar que las parejas con las que he estado actúan de buena fe, por el bien de la relación.

Foto de Festina Muhaxheri: https://www.pexels.com/es-es/foto/silueta-de-una-persona-3543620/

Estos pensamientos también se disipan cuando lo comento con mis amigas, compañeras, mujeres en general que, a pesar de que muchas veces no tengan ni un ápice de feminismo en su cuerpo, siempre encuentran las palabras correctas. Esto me lleva a deducir que, efectivamente, los hombres en una relación heterosexual desean a una mujer que siempre luzca bien, que no les diga lo que les molesta, o que, si lo hace, al final se disculpe por ello. También quieren que se lleve bien con sus amigos, que nunca critique nada, a menos que sea un tema que dominan, para que puedan replicar lo que dices y mantener su ego intacto. Quieren que seas divertida, pero no tanto como ellos, que tengas buenos gustos, pero no tan buenos como los suyos, y al final terminarás haciendo y diciendo las mismas cosas que les enseñaste. Les gusta que hables, pero no demasiado para no abrumarlos; que seas inteligente, pero no tanto como ellos, porque podrías superarlos, y eventualmente se sentirán traicionados. En resumen, les gusta que seas todo y nada al mismo tiempo.

La verdad no sé si esto resuene en las cabezas de los hombres que lleguen a leer esto y la verdad es que no importa, no es el mejor ni el mayor trabajo literario que tengo en mi vida y quizá pase completamente desapercibido. 

Lo verdaderamente importante es que me he enamorado tan profundamente que he permitido que me traten de esta manera. Quizás mis relaciones siempre han sido así, y simplemente no me daba cuenta por estar bajo la venda del amor romántico, aquel que se supone saca lo mejor de las personas y las hace hacer lo inhumanamente imposible por amor. Sí, lo permití porque siempre pensé que estar con un hombre en una relación me daría más valor del que realmente tengo. Erróneamente creía que los hombres se sentirían más atraídos hacia mí porque ya tenía una validación masculina, demostrando así a todos que soy material de novia o esposa. Pasaba por alto cómo me ven mis amigas, que ven más allá de mi físico, mi carácter y mis problemas mentales, o la forma en que quizá me ve mi familia, como alguien exitosa y que a pesar de no contar con su apoyo al cien por ciento salí adelante. 

También ignoraba cómo me veo a mí misma: alguien que trabaja para sentirse plena y feliz, enfrentando obstáculos a lo largo de la vida y superándolos, incluso cuando la tentación de rendirme ha sido fuerte. Es terrible lo que la validación masculina me ha generado, es peor aún no saber si en algún momento encontraré a la persona que no me replique las mismas fórmulas sacramentales para invalidar mis sentimientos, que me quiera y me acepte como soy, porque no soy una “chica cool”, soy una chica que merece cariño y amor. Espero llegar a apreciarme tanto que no necesite la validación ni el amor de otra persona, sino que todo provenga únicamente de mí.

Foto de Heiner: https://www.pexels.com/es-es/foto/silueta-de-mujer-recostada-sobre-barandillas-de-metal-con-fondo-de-cuerpo-de-agua-por-la-costa-205000/

1 Comment
  1. J. Blanco abril 18, 2024

    Hace unos cuantos días encontré este blog, jamás me había sentido atraída por frecuentarlos ya que soy más de leer en otras plataformas. Hace unos cuantos años, probablemente no me hubiera atrevido a dejar un comentario, simplemente hubiera seguido el blog en silencio, pasando desapercibida. Hoy en día quiero dejar mi marca en este mundo, sin importar si el rastro es tan delgado de llegar al punto de ser casi invisible.
    Debo dejar en claro que amo la manera en la que escriben, tienen algo único que desde lo primero que leí aquí (fue sobre Paradise Kiss) me gustó mucho, y “Cool Girl” me ha llegado bastante profundo en el corazón. No sé cuántas veces fue “demasiado” para alguien, ni cuantas veces me desearon encontrar a alguien mejor que yo para poder ser feliz, nadie me dio la oportunidad de poder expresar lo que realmente quería. Creo que, lamentablemente, las mujeres solemos pasar por eso, solemos ser “mucho” y “poco” pero, nunca lo justo. Es triste porque sin darnos cuenta solemos pasar años y años pensando que hay algo mal en nosotras, cuando realmente no hay nada de malo en ser nosotras y el día en el que decidí abrazarme aún con todas mis espinas, desde ese día, he experimentado la felicidad pese a las adversidades y cosas que antes solían agobiarme han quedado en segundo plano. Sin lugar a dudas creo que es lo mejor que le puede suceder a las personas, sobre todo a las mujeres, para esto cito la famosa frase de Anne with an E, “Amo ser mujer”.

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