agosto 25, 2021

De mar a mar: tres viajes hacia Piélago

By In Reseña

Tomo aire y comienzo la inmersión.

 Lo hago a la manera de Cousteau, 

curiosidad onironauta,

  Porque él lo sabía bien: 

       el mar es sueño y pesadilla  

Irma torregrosa

Sueño con el agua frecuentemente, la he visto en múltiples presentaciones: en un mar agitado, una piscina apacible, de lejos mientras camino sobre la arena, en forma de lluvia, entre otros. La recurrencia del agua en mis sueños me hizo querer interpretarlos, todo con tal de descifrar qué es lo quería decirme el universo. 

Encontré en diccionarios, de dudosa veracidad, que el agua puede significar éxito, felicidad, amor y calma cuando es clara, pero es todo lo contrario si se mira agitada o estancada. Esta primera búsqueda no me dejó satisfecha, así que me fui a artículos más especializados, encontré que desde el punto de vista antropológico cada sociedad o cultura les atribuye un significado, algunas incluso los miran como presagios; sin embargo, para los psicólogos el sueño puede ser una forma de proporcionarnos nuevas ideas, entretenernos o ser un reflejo del mundo interior, (Munevar, Pérez y Guzmán, 1995). 

El año 2020 fue en el que mayor interés presenté por entenderme a través de los  sueños y de la escritura. Ese mismo año, como si de un presagio se tratara, me encontré con una publicación de la escritora Irma Torregrosa anunciando la publicación de su primer poemario con Cuadrivio, el nombre: Piélago. Y como otro llamado del agua, acudí hacia el texto para leerlo. Desde entonces, he regresado a él en múltiples ocasiones, primero porque está escrito maravillosamente, en segunda porque me hace revivir mi conexión con lo acuático, pero no sólo con ello, sino con pasajes del poemario que completan piezas de una memoria que creía olvidada y sanada. En mis embarcaciones hacia el Piélago, he encontrado elementos que deseo discutir en este escrito a manera de tres viajes al texto.

Imagen de Feyza Demirci en Pexels
Viaje uno a Piélago: Conociendo a Irma

Irma Torregrosa nació en la ciudad de Mérida, Yucatán, en el año de 1993. Cursó estudios en Comunicación Social en la Universidad Autónoma de Yucatán y Creación Literaria en el Centro Estatal de Bellas Artes. Sobre sí, la escritora menciona que es “una mujer que ha convivido de muchas maneras con la lectura y la poesía y escribe para poder entender el mundo, para poder construir un sitio desde el cual mirarlo”.

Irma Torregrosa (Imagen:Cortesía).

Ha sido becaria del verano de la Fundación para las Letras Mexicanas en el 2011, 2012 y 2015. Su escritura, si bien está permeada de su vida en el sureste, va más allá de este espacio geográfico; ya que busca que sus textos no sean encasillados en un solo sitio, esto para poder conectar con todo tipo de lectores.

En el año 2012, recibió el premio regional de poesía José Díaz Bolio y en el 2017 el Premio Hispanoamericano de Poesía San Román. “Nunca hubiera imaginado que la escritura iba a ser el cien por ciento de mi actividad… de niña quería ser arqueóloga, bombera, quería hacer cosas diferentes, pero la verdad es que en la preparatoria, en los test de vocación, todo iba hacia las humanidades aunque nunca me imaginé siendo escritora, porque no lo busqué tan fervientemente, fueron cosas que se fueron dando a través de coincidencias”, menciona en entrevista. 

Ha publicado poemas en revistas como Círculo de poesía, Enter Magazine, La tribu de Frida y Carruaje de pájaros, así como en las antologías Astronave. Panorámica de poesía mexicana (1985-1993) (UNAM-UANL, 2013) y Los reyes subterráneos. Veinte poetas jóvenes de México (La Bella Varsovia, 2015).  La escritora se siente satisfecha con las actividades que realiza actualmente, en la escritura y la docencia: “mi actividad está más relacionada con la lectura y escritura y eso es algo padrísimo porque la vida me fue llevando por allá, aunque yo no fuera tan consciente de ello y ahora que soy consciente trato de disfrutarlo plenamente”.

Más de esta Desvelada: Del otro lado del armario.

Viaje dos a Piélago: Conociendo el texto 

El poemario fue publicado en el 2020, de forma digital, por Cuadrivio; actualmente se puede encontrar de manera libre en la web. Su autora menciona que esta obra “es el resultado de muchos años de búsqueda, de probar cosas y para mí, significa un cierre de ciclo como de la primera etapa de mi escritura, quizás así he aprendido a verlo”. 

Su escritura no responde a una estructura creativa lineal y breve en el tiempo, sino por el contrario, constituye toda una etapa de conocimiento y descubrimiento de la autora que se convirtió en texto hasta que ya tuvo suficiente material. En entrevista, nos dijo que el proyecto tomó su estructura final lejos del sureste, justamente en el centro del país.

Piélago, editado por Cuadrivio

 El poemario consta de 35 hojas y se encuentra dividido en tres partes, cada una está acompañada de un epígrafe. La primera parte se llama “FOTOS Y DIBUJOS” y predominan los textos escritos en prosa. La segunda parte, “METAFÍSICA DEL PEZ”, se divide a su vez en: “El Mono acuático”, “Habitación junto al mar” y “El pez que se tragó a Jonás”; aquí  predomina el verso. En la última parte, encontramos “PIÉLAGO”, conformada por cinco poemas: “figura 1”, “figura 2”, “figura 3”, “figura 4” y “figura 5”. El libro hibrida géneros como la narrativa y la poesía, la prosa y el verso.

Las tres partes del poemario tienen un hilo conductor, guiado por la voz lírica, que se balancea, a mi parecer, entre la etapa adulta y la infancia. Irma, en un dossier para Christian Núñez, menciona lo siguiente: “La voz discursiva oscila entre la rudeza y la ternura. Son los dos ejes opuestos, siempre a través de un lenguaje muy sencillo, casi desprovisto de figuras retóricas” (2017). Relaciono la parte ruda con la voz adulta y la ternura con la voz infante.

La voz femenina nos cuenta memorias pasadas de su infancia, entremezcladas con reflexiones del presente. El tópico que une las memorias de la voz lírica, es el agua, a través de ella se comienza narrando la fractura familiar: 

Rodeado por varias personas, un bañista aplica técnicas de resucitación sobre el cuerpo de una niña morena : no la viste arrodillada junto al hombre, la madre prueba el sabor de la sal : no la viste ruega a dios el despertar de su hija : no la viste presiona, le da aire, presiona, vuelve a respirar (Torregrosa, 2020, p.10).

Los padres no perciben la inmersión de la niña al mar y por eso ella se ahoga y, aunque logra ser reanimada, ellos no pueden evitar discutir. Conforme avanza el poemario, nos encontramos con una madre que trata de esconder las memorias que la ligan a su esposo:

Una foto con la cara de mi padre trozada por una tijera. Había otra quemada por una de las esquinas. De mi padre quedaba lo que hay después de un vaso roto en la cocina. Astillada con su nombre, mi madre desangró sus mejores años en una tarde, mirando hacia la única ventana que había en nuestra casa.  (p.11)

La voz lírica rasga en su memoria, para mostrarnos lo que significa tener un padre ausente, contraria a la de un adulto (la madre) que busca sepultar los recuerdos, la niña tiene más dudas que respuestas:

por qué papá no se queda a cenar

por qué los animales se ocultan en las nubes

por qué los besos de papá no curan mis rodillas

aunque todos dicen que sí por qué si dios nos quiere nos ahorca

por qué el mar es tan grande y por qué me gusta tanto

por qué no me dejan ir con él

por qué el silencio es lo único que tengo

(Torregrosa, 2020, p.12).

Mientras navego en las líneas que Irma nos regala, me pregunto cuántas infancias,además de la mía, se encuentran colmadas de dudas y continúan a la espera de respuestas que los adultos, quizás, no resolverán. El texto continúa su curso, hasta cerrar la primera parte con los deseos no escuchados de una niña que quería saber más sobre el mar.

En la segunda parte del compilado de poesía, nos permite cuestionarnos sobre nuestros orígenes, planteando la posibilidad de ser agua-peces, reiteradamente se habla de que de él salimos y a él volvemos, presenta la idea de que el mar es vida, pero también puede ser muerte: 

El mar no pierde más grande y más azul que el tiempo nos crea y nos reclama. Su cuerpo es la forma más limpia de la muerte, la más suave cobija el cuerpo de los exiliados los náufragos, calma la agonía de los niños a la deriva les canta, los duerme a la orilla de las playas europeas para que puedan ser reconocidos  (p.26).

La dualidad del mar es presentada en esta segunda parte, lo que nos permite reflexionar sobre otros temas que emergen a la superficie desde el texto, tales como: vida-muerte, exilio-cobijo, ausencia-presencia, miedo-valentía en la voz lírica, profundidad-superficie, entre otros temas que, una lectura más detallada, nos permite encontrar. En esta segunda faceta es posible reconocer una voz más madura, profunda, introspectiva y consciente de su actuar.

Foto de Ricardo Esquivel en Pexels

Mi corazón es un abismo lleno de constelaciones animales. Tomo aire y comienzo la inmersión. Lo hago a la manera de Cousteau, curiosidad onironauta, Porque él lo sabía bien: el mar es sueño y pesadilla (p.27).

El mar como sueño o pesadilla se relaciona con la experiencia del hablante lírico, quien estuvo a punto de ahogarse (pesadilla), pero que a raíz de este suceso se siente atraída e intrigada por el mar. Desde mi perspectiva, tanto el sueño como la pesadilla te permiten crear y aprender desde escenarios irreales, para Irma “los sueños están anclados a nuestra realidad soñar y crear es la misma cosa; finalmente uno crea todo dentro de ese espacio en blanco, donde  uno puede existir lo que dure el sueño”.

En la última parte del poemario, la voz lírica navega entre las heridas de su memoria, reflexiona sobre el amor, no precisamente romántico, en sus diferentes facetas, por lo que una a una las líneas de los poemas-isla, van emergiendo de las profundidades del piélago-emociones para provocar en el lector un dejo de nostalgia por el final del texto:

En los libros de geografía enseñan a cuántos metros está el punto más bajo del océano. El punto más bajo del miedo está dentro de ese abismo, junto con todas las heridas que se han borrado de nuestra memoria, pero que permanecen abiertas en nuestra sangre.  (p.37).

En este fragmento, la voz narrativa me evoca, no es más un yo, sino un somos, porque las líneas del poema hablan de ella, de mí y de múltiples lectores que se cobijan en el olvido, para no sufrir de más. 

Finalizadas estas reflexiones es posible darnos cuenta de que, aunque el agua y la memoria tejen los poemas de Piélago, en palabras de la escritora, los textos también se tratan de la búsqueda y construcción de la identidad. Lo anterior, es visible cuando la voz lírica evoca momentos de su madre, padre, abuela, su primer amor, el miedo al mar, entre otros. Para mí, Piélago me ha permitido re-construir-me a través de sus línea.

Viaje tres a Piélago: la escritura de mujeres debe ser más promovida

Como mencioné al principio, el texto de Irma ha trastocado fibras sensibles de mi persona, pero también ha fungido como bálsamo que cura. Los sueños, el agua, el autodescubrimiento y la escritura de mujeres han sido elementos que poco a poco han llegado a mi vida, la cual se ha tornado confusa durante la pandemia. No creo que haya sido solo casualidad, más bien creo que estamos viviendo un momento en el que los cambios son necesarios. 

Me parece que es el momento de actualizar el paradigma y dar paso a las escritoras. Textos como el de Irma y otras mujeres deben ser leídos, publicados y valorizados. Las mujeres necesitamos conectar más con otras escritoras, ya que, sin demeritar el trabajo de los escritores, las escritoras necesitan espacios seguros dentro del mundo literario que no se tienen hasta este momento. Sobre esto Irma nos cuenta que: 

En la formación universitaria o autodidacta siempre nos encontramos o la mayoría de los libros que podemos encontrar son de varones, evidentemente nadie está negando la calidad literaria  de Miguel de Cervantes o de Lope de Vega, pero si falta paridad, hace falta ver que pensaban o sentían, que escribían las mujeres de esos siglos, que seguramente los hay, pero han sido ocultados o minimizados por la historia ahora, qué opino de ellas, que yo hice un compromiso conmigo misma, hace un par de años,  de leer a más mujeres, creo que es un proceso  que a todos nos ha pasado, darnos cuenta de lo masculinizado que está el ambiente, las lecturas y pues, hace falta esa otra visión.

Lo anterior, permite reflexionar que la escritura de mujeres existe desde hace siglos, pero no ha tenido la visibilidad que se requiere, puesto que no es una actividad que pueda darse mejor en hombres que en mujeres, sino más bien se trata de escrituras y perspectivas distintas que, si no encuentran un espacio en las esferas públicas, difícilmente vamos a conocer. La escritora nos menciona: 

No es difícil escribir siendo mujer, la escritura es un reto diferente para cada persona; hay quienes tienen procesos creativos explosivos, rápidos; hay personas, como yo, que creamos desde un sitio más en silencio con mucha más pausa, entonces tal vez no sea difícil la escritura por sí misma, lo que sí es difícil el mundo literario. Eso sí es complicado, menos complicado, obviamente que hace muchos siglos y que gracias a las escritoras de hace un par de siglos, tuvieron que enfrentarse a ese mundo tan cuadrado, tan limitante, pues podemos estar en las esferas en las que hoy estamos. Ahora, eso no significa que las oportunidades se den en igualdad, que la apreciación de nuestra obra se dé en una igualdad, que los temas de los que escribimos sean considerados valiosos; entonces, sí ya se ha hecho mucho, pero aún falta mucho por hacer, no en la escritura por sí misma, pero sí en el mundo literario.

Foto de Min An en Pexels

Para Torregrosa, el proceso de escritura no es complicado, más bien considera que se complica todo cuando se trata de presentar tu obra, ya que considera que aún no existen espacios seguros para las mujeres. Prueba de lo anterior son las denuncias publicadas en meses anteriores sobre la violencia ejercida sobre las mujeres en manos de escritores. “hacen falta espacios seguros, todos sabemos y conocemos en el medio literario a alguien que ha sido señalado por algún comportamiento inapropiado, incluso cosas muy graves como abuso sexual violación o chantaje, etcétera, y de alguna manera no lo hemos pasado tan bién”. Todo lo anterior, me hace reflexionar sobre lo importante que es el que existan espacios creados por y para mujeres, a fin de alcanzar paridad en estos sitios, si bien cada día somos más conscientes de esto, es importante cuestionarnos qué ha propiciado la ausencia de escritoras en lo literario a lo largo de los siglos.

La conciencia ha ido cambiando se ha ido transformando, ha ido sentando sus bases en lugares más sólidos y creo que eso nos lleva a cuestionar muchas conductas. Hace falta mucha congruencia y conciencia, en talleres, encuentros literarios y editoriales para que entonces la nuevas generaciones de escritoras puedan decir y estar seguras en los espacios que ellas mismas hayan creado. Hay alternativas; sin embargo, creo que la meta es hacer del mundo literario el lugar seguro, así como del mundo, para allá vamos, pero hace falta bastante.

Compagino con la visión de Irma, vamos hacia allá, hacia el cambio de paradigma. 

Las embarcaciones a Piélago nos permitieron profundizar en el trabajo de Irma Torregrosa. Conocerla a ella hizo posible conocer un poco más sobre lo que se escribe desde el sureste. Surcar por los mares creativos de la poeta nos dio la oportunidad de traer a la superficie algunos tópicos: la memoria, la identidad, la introspección, el tiempo, la familia, entre otros; que si bien son temas conocidos, ella los retoma y los presenta a través de la hibridación de la narrativa y la lírica. Espero que el llamado del mar continúe invitando a otros a embarcarse en las obras esta escritora.

Foto de Nuno Obey en Pexels
Bibliografía

Munévar, Maria Claudia; Pérez, Andrés Manuel; Guzmán, Eugenia. Los sueños: su estudio científico desde una perspectiva interdisciplinaria. Revista Latinoamericana de Psicología, vol. 27, núm. 1, 1995, pp. 41-58 Fundación Universitaria Konrad Lorenz Bogotá, Colombia. Recuperado el 8 de agosto del 2021 de: https://www.redalyc.org/pdf/805/80527103.pdf

Nunez, Christian. (2020). Dossier Piélago. Recuperado el 8 de agosto del 2021 de: https://dudumdush.postach.io/post/pielago-irma-torregrosa

Torregrosa, Irma. (2020). Piélago. Recuperado el 8 de agosto del 2021 de: https://poesiamexa.files.wordpress.com/2020/12/pielago.pdf

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