Este texto fue escrito como parte de un ejercicio de la 9na generación de la #RedLATAM de Distintas Latitudes.
Sofía dice que siempre ha sido alegre y curiosa. De pequeña, pintaba todo el tiempo sin prestar atención en clase. Sus profesores llamaban a su mamá para quejarse, pero ella, en lugar de reprenderla, le compraba más colores.
Estudia arquitectura y practica danza aérea. Su padre no quería que aprendiera esto último por miedo a la vida cirquera, pero Sofía no busca esos escenarios, sólo ama la sensación de libertad.
Su mayor miedo es el olvido, y su mayor felicidad es reír con su hermana o ver los atardeceres: “Parece que Dios los pintara para mí”, asegura.
La escritura la encontró. Le permite comprender y transformar el mundo. Escribió Un diario para Nila, relato ganador del concurso Cuenteritos del Malmo, porque un día, en un bus, el humo de los carros ocultó el cielo: “Quiero que lxs niñxs del futuro puedan ver las estrellas”.
Hoy, junto a un árbol y sobre hojas secas, sonríe sin imaginar que su cuento contribuye a enfrentar la mayor amenaza de nuestro tiempo: la crisis climática.
Ella cree en lxs jóvenes y les invita a construir, un relato a la vez, el hogar en el que quieren vivir.
