febrero 26, 2024

Vidas Pasadas, inyeon y lo que pudo ser

Este texto contiene spoilers de Past Lives (2023)

By In Ensayos

Después de meses queriendo ver Past Lives, el debut cinematográfico de la guionista y directora Celine Song, cuando finalmente tuve la oportunidad, me perdí las primeras escenas. 

Había tenido un jueves ajetreado, no comía nada desde el mediodía y ya eran casi las nueve de la noche, así que para cuando la película estaba empezando me pareció más necesario comprar palomitas y una bebida que otra cosa. Cuando mis amigos y yo finalmente estábamos en las butacas, Na Young y Hae Sung jugaban en el parque y pronto estaban en el auto, sus pequeñas manos entrelazadas. 

Si hubiera llegado 2 minutos antes podría haber escuchado la frase que la madre de Na Young le dice a la madre de Hae Sung cuando esta le pregunta por qué va a emigrar: “Si dejas algo ir, también ganas algo”. No sé si eso me habría dado una perspectiva diferente de lo que estaba por ver, si me habría preparado emocionalmente. Sin embargo, días después desde la comodidad de mi sala, cuando decidí volver a verla para experimentar esos primeros minutos perdidos, la frase resonó con fuerza. Quizá porque sabía cómo iba a terminar.

Lo que nunca sabemos con nuestra propia historia.

El destino siempre ha sido un concepto complicado para mí. Están todas esas películas y libros y series sobre cómo tú eres el dueño de tu destino y también están todas las otras que básicamente te dicen que “las cosas pasan por algo”. Esta última podría encerrar mitos románticos como el del hilo rojo del destino, que conecta a dos personas sin importar la distancia y que eventualmente los unirá, o el de encontrar a tu otra mitad, la persona con la que vas a encajar a la perfección, que prácticamente está hecha para ti. 

En Past Lives, Na Young, quien crece para convertirse en Nora Moon, explica el concepto en que se basa el nombre de la película: 

“Hay una palabra en coreano: inyeon. Significa providencia o destino. Pero se trata específicamente de relaciones entre personas. Creo que proviene del budismo y la reencarnación. Es inyeon si dos extraños se cruzan en la calle y sus ropas se rozan accidentalmente, porque significa que debió haber algo entre ellos en sus vidas pasadas. Si dos personas se casan, dicen que es porque ha habido 8 mil capas de inyeon a lo largo de 8 mil vidas”.

De acuerdo a Sarah A. Son,  para The Conversation, inyeon sí proviene del budismo coreano. Se compone de in (因) que significa “causa directa” y yeon (緣) “causa indirecta”. Así, inyeon es una explicación de lo que lleva a ciertos seres a encontrarse en determinados lugares y momentos. 

El diálogo me hizo recordar también a mi película favorita: Chungking Express de Wong Kar Wai. Ahí el narrador habla sobre como nuestras ropas se rozan en la calle todos los días con muchas personas. Eventualmente esto se usa como introducción a las dos historias, exponiendo a cuántos centímetros estuvieron los personajes de una persona que horas más tarde se enamora. 

Cuando Nora terminó de hablar, me fue inevitable preguntarme cuánto inyeon tienen los personajes de Chungking Express y cuánto tengo yo con mis amigos de la infancia, a quienes conozco desde hace 15 años y sigo viendo varias veces al mes. Cuánto inyeon tenía con todas las amistades que perdí. Cuánto inyeon tenía con mi crush, el que se subía al camión todos los días conmigo en la preparatoria, el que se quedó dormido en mi hombro una de esas mañanas pero con quien sólo hablé dos veces. Cuánto inyeon tengo con mi roomie para que termináramos viviendo juntas. Cuánto inyeon tengo con N, que estaba sentado a mi lado mientras veíamos la película y cuánto con mis amigas a su lado con quienes mi vida se había entrelazado y habían crecido tanto en mi corazón. Y por supuesto, cuánto inyeon tenía Nora con Hae Sung, ¿era más que las 8 mil capas que ya tenía con Arthur?

Su cronología ciertamente es más potente, incluso Arthur lo admite: 

—Estaba pensando en lo buena que es esta historia.

—¿La historia de Hae Sung y yo?

—Sí. Yo no soy competencia.

En su entrevista con Andrew Scott para Variety, Greta Lee, quien da vida a Nora, habló sobre lo que tuvo que pasar internamente para poder interpretar su parte en esta historia de amor: “A menudo siento que, cuando es mostrado de manera pobre, enamorarse parece una caminata en el parque. Se ve increíblemente hermoso. No es vergonzoso, no es tan humillante como se siente en la vida real cuando realmente te enamoras”.

La cosa con Past Lives es que, mientras la ves, se siente casi como si estuvieras viendo un documental, se siente… real. El diseño de producción, la fotografía, los movimientos de cámara, las actuaciones, todo es manejado de una manera tan sensible que puedes sentirla como una historia íntima y verdadera, sin necesidad de ser explícita.  

Nora está enamorada de Hae Seung cuando es niña y se vuelve a enamorar de él cuando se reencuentran virtualmente. Ninguno de los dos lo dice, pero el sentimiento evidentemente es mutuo y es vergonzoso, es el elefante en el cuarto del que ninguno habla. 

Aunque no tan profundo como la perspectiva de Nora, Celine Song nos deja ver trozos de la vida de Hae Seung. El servicio militar obligatorio, sus salidas a tomar con sus amigos, sus desayunos con su familia, cómo vive él su lado de esta historia. Cómo ve las películas que Nora le recomienda, cómo va en el autobús hablando con ella por videollamada. 

Ambos se aman, pero hay un océano y vidas de por medio.

Cuando la distancia y las diferencias comienzan a pesar, lo vemos venir: la cortina de la ventana de Nora pasa de la hora dorada a la hora azul. Y llega el fin, en el que claramente los dos están tristes. Pero continúan sus vidas: Nora con Arthur y Hae Sung con quien se convierte en su novia.

Doce años después, cuando se reencuentran, es claro que el cariño y el amor siguen ahí, con todo lo humillante y vergonzoso. A través de la pantalla se siente la tensión de la primera vez en más de veinte años que se ven en persona, del abrazo incómodo y a la vez familiar, de sus manos casi tocándose en el metro. Se siente en sus conversaciones, en la manera en que se ven, en cada movimiento. Sin embargo, la decisión ya ha sido tomada.

En el seminario de escritura de novelas de Maggie Stiefvater, ella señala la razón por la que, cuando era joven, dejó decenas de novelas e historias inconclusas: una novela es una serie de decisiones. Tienes que escoger algo, lo que significa descartar opciones, decir adiós a todo lo que esa historia no va a ser. Así te puedes concentrar en lo que sí.

Nora va haciendo esto exactamente pero con su vida. Poco a poco va tomando sus decisiones y se mantiene firme en ellas: elige su nuevo nombre, elige ser escritora y dramaturga, elige mudarse sola a Nueva York, elige contactar a Hae Sung y luego es ella misma quien elige dejar de hablarle. Nora sabe que quiere algo con él, pero que ese algo va a ser difícil y que se interpone con toda la vida que ha estado tratando de construir. Literalmente ha emigrado dos veces con tal de seguir sus sueños y los va a elegir, aunque no por eso le duele menos

Hae Sung también toma sus decisiones: “Si te expresaba mis verdaderos sentimientos, no querrías seguir hablando conmigo así que no dije nada. Pero no decir nada me trae remordimiento. Puedo entender que ya no quieras hablar conmigo. Honestamente, sé que está fuera de nuestro control y no hay nada que podamos hacer…” De acuerdo a Reddit, eso dice el mensaje que el joven le está escribiendo a Nora en su teléfono, antes de que ella conozca a Arthur. No obstante, al ver a una pareja feliz frente a él en el metro, decide no enviar el mensaje. Quizá Nora tiene razón, es difícil no estar cerca del otro.

Es él también quien decide volver a buscar a Nora, incluso cuando sabe que ella está casada. El inyeon es fuerte, pero tiene que averiguar qué tanto. Y sin embargo, es él quien no puede competir con Arthur. 

El escritor es sensible y cariñoso y ama tanto a Nora que maneja toda la situación de manera madura e impecable. Está celoso, sí, pero sabe que su esposa tiene toda una vida más allá de él, que hay un mundo en su interior, una cultura que jamás llegará a entender por completo. Y sin embargo, es su amabilidad, su sensibilidad y todo el amor y confianza que tiene por Nora, así como todo el amor que ella le tiene a él, lo que hace que en realidad nunca sea una competencia. Arthur ya tiene el corazón y la vida de Nora, pero no se lo restriega a Ha Seung, y este tampoco pelea, ni le ruega a Nora, sino que lo entiende: “Tenías que irte porque eres tú. Y la razón por la que me gustaste es porque eres tú, y tú eres una persona que se va.”  Más tarde, agrega: “Para Arthur, eres una persona que se queda”.

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Celine Song escribió el guión de Past Lives basada en algo real, pues como Nora ella emigró de Corea del Sur a Canadá cuando tenía 12 años, se volvió dramaturga, se casó con un estadounidense y años más tarde se reencontró platónicamente con su amor de la infancia. Para el podcast Little Gold Men explicó como todo partió del momento en que estaba en un bar con su esposo y su amor de la infancia y se dio cuenta de que tanto el personal como los clientes del lugar los veían curiosos, preguntándose quién eran el uno para el otro. Esa primera escena de la película fue exactamente como inició a escribir todo este guión que después, A24 confió en ella para dirigir.

Después de que aprendí todo esto, me di cuenta de por qué Nora es tan segura, por qué al contrario de otras protagonistas de triángulos amorosos, jamás la vemos dudar entre los dos. Por qué aunque extraña Seúl, sabe que no va a dejar Nueva York por volver. Celine Song conocía bien a Nora porque ella tomó las mismas decisiones y está feliz por haberlo hecho. 

“Si dejas ir algo, también ganas algo”. Ese es el motor de toda la película: elegir y disfrutar todo lo que esa elección te dará, pero también hacer las paces con todo lo que dejamos ir, incluso si eso es doloroso.

Mientras N me llevaba a mi casa después de la película, le dije que en la última escena realmente quería que Nora y Ha Seung se besaran. Sonrió pero me dijo que él no, que eso hubiera arruinado toda la historia. En retrospectiva y después de ver la película de nuevo, él tenía razón, pero igual me preguntó por qué yo quería que se besaran.

No recuerdo exactamente qué le contesté. Estaba tan sacudida emocionalmente que no podía explicárselo, ni siquiera sabía realmente por qué. ¿Por qué quería que una relación tan bonita como esa se viera manchada con un beso que de todas formas no iba a llegar a ningún lado? Quizá porque amo la tensión antes de un beso, y desaprovecharla se siente como un desperdicio, especialmente si las personas realmente se quieren. Quizá porque, como Maggie Stiefvater joven, aún tengo problemas decidiendo cómo quiero que sea mi historia y aún me concentro demasiado en los momentos pequeños y pierdo el piso del panorama a largo plazo. Puede ser que he sido obligada tantas veces a dejar ir, que me causaba disonancia que ella lo hiciera por decisión propia. Porque en general parece que en esta vida el inyeon no ha sido suficiente con nadie.

El destino siempre ha sido un concepto complicado para mi y cualquier sentimiento romántico siempre se ha sentido humillante y vergonzoso, pero ojalá encuentre algo como lo que tienen Nora y Arthur, porque necesito dejar de pensar en mis vidas pasadas.

Para Prest Trust of India, Greta Lee declaró sobre la película: “Es la apuesta que estamos haciendo, que cualquiera, sin importar quién seas, pueda entender este sentimiento de lo que es ser humano y navegar por las elecciones que hacemos en la vida. Eso incluye a quienes amamos y a quienes dejamos que nos amen, a dónde nos movamos si dejamos casa y cómo eso moldea nuestras vidas”.

Y creo que al fin estoy aprendiendo esa lección.

Written by Nikthya N. González

Escritora de diarios desde los 10 años. Estudió Ciencias y Técnicas de la Comunicación en la UAD, y un nivel de inglés en EF International Language Campus Toronto (aunque la verdad es que sabe inglés gracias a One Direction). Trabajó en comunicación social, luego como editora web de noticias y más tarde como coordinadora de editores. Sus escritoras favoritas son Mary H. K. Choi, Maggie Stiefvater y Jenny Han. Adora escribir sobre ella y sus alrededores, el verano, el mar, leer ensayos personales, los libros young adult, las pláticas que duran horas, los tamales, los dramas coreanos, las flores, las playlists personalizadas que Spotify le hace y clasificar sus películas favoritas en Letterboxd.

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