Hay historias que se cuentan a conveniencia de unos cuantos, una de las favoritas dentro del mundo del deporte es asegurar que todos aquellos que formen parte de este sector tienen que cumplir ciertos “requisitos”, entre ellos no ser abiertamente parte de la comunidad LGBTIQ+, ya que no está bien visto por los aficionados y afectaría la reputación de los clubes o equipos.
Muchos deportistas han luchado por ser reconocidos y que su orientación sexual no sea un impedimento para demostrar el talento que tienen dentro de sus disciplinas, que por ninguna circunstancia afectaría en su rendimiento o sería una distracción para llegar al triunfo, como muchos entrenadores lo dicen. Un caso reciente es el de Zsolt Petry en Hungría, quien aseguró que era una “mala idea apoyar a los matrimonios homosexuales y quienes lo sean”.
Este no es el primer caso de homofobia que se ve en el mundo del balompié.
Remontemos a 1980, cuando Justin Fashanu comenzaba su carrera como futbolista, era uno de los mejores delanteros ingleses de todos los tiempos, todos los clubes lo querían y se había convertido en un icono. Su carrera fue en declive total, comenzó a caer en excesos y a frecuentar pubs que le molestaban a su entrenador, no por beber, sino porque elegía lugares donde “sólo asistían gays”.
Aunque su orientación sexual no era pública, varios comenzaron a tener dudas sobre ésta, y fue hasta 1990 cuando dio una entrevista a The Sun declarándose abiertamente gay, siendo uno de los primeros futbolistas en hacerlo. Ahí comenzó el tormento, la discriminación se hizo presente y ocho años después, sumergido en la depresión, decidió terminar con su vida.
Su revelación dejaba una pizca de esperanza para que en los equipos se tratara de forma diferente el tema, que no fuese un tabú y dejaran que los miembros fueran totalmente libres de elegir si hablan o no sobre ello.
En el 2009, la Revista Zero, en España, decidió realizar un trabajo para visibilizar a deportistas que integran la comunidad LGBT y a quienes apoyan el movimiento sin serlo. Muchos futbolistas pertenecientes a clubes importantes decidieron colaborar, no obstante, los clubes como Real Madrid, Barcelona y Atlético de Madrid se opusieron, respondiendo con amenazas a quienes integraban este medio y obligándolos a cerrar la edición, dejando el tema en el limbo una vez más.
El periodista deportivo e integrante de la comunidad, Antonio Alcalá, asegura que el futbol es uno de los deportes donde muchos reprimen lo que son. Dice que los jugadores homosexuales prefieren vivir en el armario que sentirse libres ante su afición, entendible porque si nada se ha hecho para erradicar la discriminación y el racismo, por lo que esto sería aún más complicado.
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Deportistas libres
En Europa y Estados Unidos es más común saber de deportistas que han declarado cómo se identifican, tal es el caso de Tom Daley, clavadista olímpico británico; Balian Buschbaum, atleta Alemán; Megan Rapione, futbolista estadounidense; Martina Navratilova, tenista de República Checa, entre otros.
Megan Rapione, futbolista profesional del Reign FC y ganadora del Balón de Oro en 2019, se declaró públicamente lesbiana en 2012. Se ha convertido en un ícono para la comunidad LGBTIQ+ y nada la ha detenido a expresar sus ideales. Su activismo no sólo se basa en este tema, sino también en el feminismo y la discriminación. Una de las frases que enmarca a la futbolista es “No puedes ganar un campeonato sin gays en tu equipo”.
Jones, golfista originaria de California, ganó 13 torneos durante 21 años de carrera y nunca ocultó su orientación sexual a sus allegados, pero sintió la necesidad de hacerlo público en 2004 cuando una agencia de viajes para lesbianas se convirtió en su patrocinador. Era la primera vez que una empresa LGTB representaba a un atleta profesional, ella aclaró que siempre se había sentido cómoda con su sexualidad, pero no había sentido la necesidad de contarlo.
Dentro del béisbol profesional, David Denson se sintió molesto con el uso de “gay” como término despectivo por parte de sus compañeros de equipo, así que decidió contarles por qué. Él asegura que su reacción fue de sorpresa, ya que le dijeron: “Sigues siendo nuestro compañero, sigues siendo nuestro hermano. Ya nos lo imaginábamos, pero tu sexualidad no tiene nada que ver con tus habilidades. No te tratamos diferente. Estamos contigo”.
A paso lento
Hablando específicamente de México, hace cinco años comenzaba a través de Twitter una polémica sobre las relaciones abiertamente gay o lesbianas, muchos de los internautas aseguraban que hacer este tipo de “ridículos” vuelve al deporte odioso y “repugnante”.
En marco de ese debate, Stephany Mayor y Bianca Sierra, futbolistas de profesión, decidieron hacer pública su relación, situación que no acabó del todo bien, pues los insultos, discriminación, machismo y homofobia se hicieron presentes.
Muchos pidieron su salida de la Selección Mexicana de Futbol, ya que “no era correcto” y podría afectar la participación en el Mundial de Francia 2019, para entonces la pareja decidió viajar a Islandia para trabajar y vivir en un ambiente más tranquilo. Ahora están por casarse y el equipo de Tigres Femenil las llamó para seguir jugando en México.
En 2018, Canal Once realizó un episodio de la serie documental ‘Diversos somos’ dedicado al deporte LGBT+, en el que varias mexicanas y mexicanos cuentan su historia.
Nicolás Pineda es atleta y futbolista originario de Guerrero, viajó a la Ciudad de México para ejercer su carrera profesional y ser parte del deporte, llevándolo a competencias importantes como los EuroGames (Estocolmo 2015) obteniendo dos medallas de plata. En su experiencia, cuenta que los deportistas que no juegan en conjunto son más abiertos al tema, en comparación con los demás. Él no se considera un activista, sino un ciudadano responsable desde su trinchera, el mensaje que siempre ha dado es que el ser gay no te hace mejor o peor deportista.
Por su parte, Alejandra Jiménez, boxeadora profesional, manifiesta que el deporte es totalmente machista y a México le hace falta educación, y si para los hombres es complicado decirlo en un país lleno de personas con prejuicios, para las mujeres es peor. Ella relata que ha vivido malos ratos debido a la discriminación, como no estar en presentaciones de los campeones mundiales del país porque no usa vestidos o cabello largo. Sin embargo, lo ha tomado con calma, pues lo importante es seguir dándolo todo en su deporte.
Una realidad los espacios propios
Respecto a los espacios seguros para esta comunidad, la página Orgullo Deportivo emite un mapa donde da a conocer los estados donde hay ligas de futbol y competencias, también expone información sobre diversos equipos que han puesto en alto en el nombre de México, como el caso de “Zorros”, un conjunto de futbolistas que ha competido a nivel nacional e internacional obteniendo reconocimientos importantes, o el caso de un equipo de voleibol de Baja California que se ha convertido en el campeón indiscutible de un Circuito Nacional.
Visibilidad trans, el doble esfuerzo
El Comité Olímpico Internacional (COI) desde el 2004 permite que personas transexuales puedan competir en deportes federados, esto en marco de los Juegos Olímpicos de Atenas. Sin embargo, sigue un constante rechazo a quienes deciden participar en el deporte identificándose así, pero no se ha detenido la lucha.
Historias como la de Alba Palacios motivan más para buscar un espacio en las competencias. Esta jugadora trans fue la primera en ser parte de un equipo femenil en España. Su debut fue en el 2018 con Las Rozas C.F. en tercera división, después de varias negativas en otros clubes.
Palacios no pudo empezar a competir hasta que su nivel de testosterona fuese el mismo que el de cualquier mujer, no obstante, ahora que puede hacerlo, su objetivo es llegar hasta primera división y abrir una brecha para las demás chicas trans en el futbol.
“La gente opina sin saber lo que habla. Si alguien quiere saber lo que se siente realmente en estos casos, que esté dos años tomando hormonas y, si le quedan fuerzas para jugar, que me avise”, comentó.
En 2018 en Estados Unidos comenzaban a circular titulares donde anunciaban que por primera vez en la historia del boxeo profesional, un pugilista transgénero había ganado una pelea, en la foto aparecía Patricio Manuel, otro referente en este movimiento.
Su camino ha estado lleno de obstáculos: una solicitud rechazada para formar parte de un equipo femenil en 2012 y burocracia para obtener su licencia para participar en box.
Una vez con su cambio el presidente de Golden Boy Promotions, Eric Gómez, conoció su historia y decidió apoyarlo. A partir de ese momento comenzó a tener más oportunidades, hasta obtener su primera victoria ante el boxeador mexicano Hugo Aguilar y siendo reconocido como hombre finalmente.
Actualmente, al menos dos deportistas trans fueron convocadas para competir en unas olimpiadas: Tiffany Abreu, jugadora profesional de voleibol de Brasil, y Laurel Hubbard, deportista neozelandesa de Halterofilia, serán las primeras en participar en Tokio este verano, lo que representa un hito en la historia de las personas transgénero..
Avance lento
La mentalidad de muchos está cambiando, quizá lento, pero pueden observarse padres más comprensivos, amigos que demuestran su apoyo, aficionados que apoyan por la pasión y no por una orientación sexual.
Este mes del orgullo la frase “Que los armarios sean para la ropa y no para guardar libertades” necesita ser un eco, que llegue a cada rincón del mundo, que todos se vuelvan más respetuosos y que los organismos del deporte sean profesionales, éticos y permitan a todos los participantes ser libres de cualquier requisito moral.