Nos gusta leer historias de amor. Si no a todos, sí a una gran mayoría. Nos gusta leer historias de lo complejas que son las relaciones, de lo intensas que se pueden sentir y del cómo percibimos grandes cachos de nuestra vida basadas en ellas, de cómo una sola persona (aquí ya hablamos de familia, compañero de trabajo, jefe, amistad) llega a tener tanto peso que puede lastimarnos profundamente y que, en muchos casos, podemos hacer lo mismo de vuelta.

Lo vemos en libros, en el cine, el teatro, la televisión o una columna de periódico: nos gusta ver historias íntimas. Quizás para inspirarnos en ellas, para llorar un rato, para creer que podemos llegar a tener algo por el estilo. Lo mismo podemos indignarnos con Miranda gritándole a Andy en Devil Wears Prada que deseando que alguien nos ame con la intensidad de Pizarnik o Rosario Castellanos, sabiendo que nosotras quizás ya lo hemos hecho; vemos una y otra vez Siete veces adiós, lloramos con el episodio de Glee en el que muere el personaje principal y sentimos cada palabra que escribió Didion sobre su esposo y su hija.
Sabemos que es algo que nos atrapa. Lo vimos desde el primero de estos especiales que marcó un antes y después en la historia de nuestra revista. Nos gusta conocer y compartir estas historias que nos identifican, nos consuelan o nos inspiran, por eso, para celebrar el quinto aniversario de este especial, le pedimos a Nikthya González que diseñara una playlist especial y volvimos a pedirles a las personas que nos leen que compartieran la historia de su Voldemort personal. A continuación les presentamos el resultado: siete textos en los que nos cuentan el daño, el dolor, el amor, la admiración, pero no el nombre (o quizás sí).
Fantasma por Nery
Nombres deformados, memorias claras, por Edzna Montes de Oca
La habilidad de reírse de uno mismo por Diana Nazareth Ramírez
No te diré qué fuimos por Fer G.
Después de ti por Frida Mendoza
Memorias de una exalumna prodigio, por Sac-Nicté Guevara Calderón
Los otros Voldemort por Mara Güereca